Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Un año peligroso
La expectativa general, local, nacional, global, es que 2017 será un año en que viviremos en peligro.
La determinación laboral, profesional, política, empresarial, debe constituirse, desde mi punto de vista, alrededor de los principios y visiones más trascendentes.
De ahí que en contrasentido con el clima general debemos aprestarnos a profundizar nuestro empeño relocalizando algunas prioridades y factores.
La prioridad en tal caso es el reposicionamiento de nuestra confianza en nuestros proyectos siempre que se basen en los valores constitutivos de la sociedad que deseamos, la cual sobrevivirá a las disputas por el poder y a la concentración de oportunidades propia de los tiempos de escasez.
Por ello más vigente que nunca, y en contra de las impunidades, violencias, corrupción e incompetencias debemos apostar con la voluntad y el programa a la agenda de rendición de cuentas, transparencia, respeto a la ley y a los derechos y oportunidades de las personas.
Entre esos derechos sobresalen la educación y la salud. Debe imponerse su defensa a pesar de la reducción presupuestal lo cual puede ocurrir solamente con el redireccionamiento estratégico de las reformas en marcha.
Nuestro comportamiento entrega al observador, siempre, más información de nosotros mismos que aquella que quisiéramos fuera conocida y que, además no corresponde con nuestra representación de “nuestro yo ideal”.
El ‘ideal’ colectivo de México en 2017 debe ser el esfuerzo alrededor de un mejor debate nacional, una mayor capacidad de revisión de los resultados de las políticas públicas y el desmantelamiento de la tentación del discurso político esquemático.
Apostar a la confianza y a los programas con valores es la intuición inicial del 2017.
confianzafundada.mx