Cae El Cholo Palacios, presunto jefe de plaza de Guerreros Unidos
CIUDAD DE MÉXICO, 5 de enero de 2017.- La emoción y la sorpresa, la ilusión y la alegría, la carta en el zapato al pie de la puerta, o en el buzón del correo, o en un globo que viaja directo a las estrellas que guían a Melchor, Gaspar y Baltazar, los tres Reyes Magos quienes muy bien apostados en el camello, caballo y elefante, vienen con costales cargados de ilusiones transformados en juguetes para los niños mexicanos que ya los esperan con gran ansia y felicidad de pensar que recibirán el juguete deseado.
Así es como esta tradición llegó a las calles aledañas a la delegación Cuauhtémoc, donde por un momento la zona de tolerancia y la de resguardo político del partido en el poder, se convierte en el oasis de la magia y la ilusión, de la esperanza y la inocencia de niños y grandes quienes reviven su ya lejana infancia.
Quadratín México llegó a esta esa tierra prometida y encontró a los Reyes Magos que en diversas versiones, año con año, llegan para tomarse la foto con los pequeños que emocionados les hacen sus peticiones.
Los padres con niños en brazos caminan entre el aroma de los buñuelos calientitos, o bien algún antojito como pambazos, tostadas, brochetas de carne, papas, postres o bebidas que se confunden con los juegos mecánicos que son el deleite de los niños, y los vendedores que a pie ofrecen sus productos como la tradicional corona de rey para que la luzcan los pequeños o ¿por qué no? los papás también.
Lo mismo se puede ver el tradicional cuadro de los reyes acompañados del clásico nacimiento, hasta los que han decidido «modernizar» la tradición e incluir personajes de películas animadas o súper héroes, quienes seguramente en su infancia vivieron la misma ilusión.
Pero el fin es el mismo, el sueño de los pequeños de caritas sonrientes que se iluminan cuando ven a Melchor, Gaspar y Baltazar, no cambia, las peticiones no se modifican, desde las tradicionales muñecas, o las bicicletas, los patines, las pistas de carrera, los muñecos de súper héroes, hasta la imprescindible tecnología en la que viven muchos chiquitines y entonces piden modernas tablets, celulares o consolas de juegos.
Así lo dice a Quadratín México la pequeña Aidé, quien es la mayor de cuatro hermanos y que asegura no se portó muy bien, aún así cree que le pueden traer algo de lo que pedirá, «le voy a pedir una Tupsi bota, una bicicleta y una tablet para jugar».
Aunque su mamá, la señora Luz, señaló que «se van a gastar un dineral» en sus cuatro hijas y reconoció lo difícil que es cada vez cumplir con los regalos, ero la satisfacción tan grande que queda, «vamos a gastar mucho dinero, como unos tres mil pesos para las cuatro niñas, pero sí vale la pena porque es el sueño que se les queda a ellos», resaltó con la cara sonriente.
Los papás colaboran con los Reyes Magos
Y como la señora Luz, los Reyes Magos también han sufrido los embates de la mala situación económica que atraviesa el país, y así lo reconocen los propios padres, quienes tendrán que apoyar a los personajes venidos de Oriente para que puedan cumplir con los regalos prometidos.
De acuerdo a lo expresado por varios padres de familia que ayudarán a los Reyes Magos, piensan gastar entre 3 y 6 mil pesos los más osados, quienes lo dividen igual entre un solo bebé que entre dos, tres o hasta cinco pequeños.
Todos coincidieron en decir que la situación es cada vez más complicada y cuesta trabajo cumplir con esta tradición que, sin embargo, no quieren perder, así lo dice el señor César Aranda quién con dos pequeños comenta que se gastará entre 3 y cuatro mil pesos, por lo que contempla cumplir las peticiones.
«Yo creo que este año los Reyes se gastarán arriba de tres mil o cuatro mil pesos, está muy caro todo y pidió una pista de carros, futbolito, balones de futbol. Tiene que alcanzar porque es una tradición que nos inculcan los padres y es muy feo que ellos no tengan sus reyes», afirmó.
Pero también los abuelos disfrutan y así lo dice la señora Guadalupe Mendoza, quien aseguró que sólo por una nieta los Reyes ya se gastaron poco más de tres mil pesos, siendo las muñecas y carros de baterías lo que más le pide la pequeña.
«Por la situación actual de la economía yo creo que difícilmente se puede seguir manteniendo la misma costumbre que se ha traído de tantos años, justamente por el problema que hay ahorita de la gasolina, aunque vale la pena la ilusión del niño pero ya es más trabajo», apuntó.
Doña Guadalupe aseguró que antes no era «tan difícil» hacer las compras de los Reyes, e incluso afirmó que antes la ida era más barata, «ahorita la situación económica que estamos viviendo está muy muy difícil como para hacer el gasto que se hacía anteriormente».
Y a la complicada situación económica hay quienes aumentan el tema de la seguridad, que desgraciadamente también ya los hace pensar en seguir con esta tradición o no.
La diferencia es evidente entre las familias en esta romería, pero coinciden cuando aseguran que todo vale la pena por ver los ojos llenos de felicidad de sus hijos, no importa si es con una grande y hermosa muñeca que hable o con la sencilla pero linda muñequita de trapo de largas trenzas; con una enorme pista de carreras o con los cochecitos de madera.
La maravillosa ilusión que se ha heredado generación tras generación es lo que queda guardado en el disco duro de nuestra memoria para siempre, y se revive año con año entre estas calles de la delegación Cuauhtémoc, en la zona de Buenavista, que por unos días se convierte en el oasis de los sueños y la felicidad.