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CHICAGO, EU, 10 de enero de 2017.- En un discurso en el que reiteró su llamado a una democracia que funcionará sólo si todos los ciudadanos tienen oportunidad económica y en la que no tenga cabida la intolerancia, Barack Obama ofreció su último discurso como presidente de los Estados Unidos.
Ante una multitud reunida en la plaza McCormick, en Chicago, el mandatario número 44 del país más poderoso del mundo, llamó a tener fe en la democracia y a creer en la capacidad del cambio como camino hacia esa forma de gobierno.
“La democracia no requiere uniformidad, pero requiere un sentido básico de solidaridad. La idea de que todos estamos juntos en esto”, expresó.
“El peligro para nuestra democracia va más allá que un coche bomba. El peligro son quienes oran a favor de una intolerancia”, dijo mientras la plaza lo ovacionaba.
Destacó que los inmigrantes y todas aquellas personas que pusieron su parte en las batallas para construir el país, son en quienes se debe mantener la fe para conseguir el respeto y la igualdad, para enfrentar todos los desafíos de la que dijo, sigue siendo la nación más poderosa del mundo.
“Seguimos la nación más rica, más poderosa y más respetada de la tierra”, expresó, al tiempo que afirmó que “dar dos pasas hacia adelante a veces se siente como dar dos pasos atrás”.
Barack Obama hizo hincapié en las amenazas hacia Estados Unidos, como el terrorismo y quienes se conducen con la bandera de la discriminación y la división racial.
“El terrorismo ha probado nuestra democracia, y ¿cómo enfrentamos estos desafíos?”, preguntó el Presidente.
“Nuestra democracia determinará nuestros empleos, nuestro futuro. La democracia no funcionará si no todos tienen oportunidad económica”.
“Si hablamos de raza, debemos tener la mente preparada para la no discriminación, en todos los niveles”, dijo al llamar a abrir las puertas en los cargos y funciones para quienes son diferentes.
Exhortó a que los corazones deben cambiar, “pero no cambiarán de la noche a la mañana, pero si la democracia va a funcionar en esta nación tan diversa, se debe seguir la idea de no señalar a las personas hasta meterse en su piel, no sólo con los refugiados, inmigrantes, transgéneros, sino también con el hombre blanco y todos los que han visto los cambios culturales y tecnológicos”, dijo.
En su último discurso resaltó además su combate al terrorismo, y de cómo las fuerzas armadas de Estados Unidos están más preparadas que nunca.
Agradeció a su esposa Michelle Obama y a sus hijas por ser parte de esta carrera política en la que se desempeñó durante 8 años.
Llamó a que sin importar el partido, hay que construir instituciones democráticas, y dijo a los ciudadanos que si alguien está cansado de hablar con la gente por internet, hable con ellos en persona.
“Si está decepcionado con sus autoridades, consiga firmas y postúlese usted mismo, comparezca, láncese”.
“Crean, no en mi capacidad para lograr cambios, sino que tengan creencia en esa fe escrita, en los inmigrantes, por aquellos que pusieron batallas”, expresó.