Descomplicado
¿Delfina hacia el reino de la justicia?
Se cumplió el pronóstico de sectores de morenistas y perredistas expresado tempranamente en mayo de 2016: el PRI y sus brazos ejecutivos lograron su propósito inicial de impedir la alianza entre el PAN y el PRD para el Estado de México.
Se fortalecen las probabilidades de priístas y Morena en la entidad.
Haya sido en maletines, obra pública para parientes y amigos o transferencia a terceros, el costo económico podremos conocerlo probablemente en algunos años, como parte del anecdotario ínfimo de la corrupción dentro de los partidos.
El beneficiario inmediato puede ser un avecindado del municipio de Netzahualcóyotl que pertenece al PRD y, por supuesto, el priísmo…inicialmente.
Sin embargo, las cosas han comenzado a complicarse severamente para el PRI incluso en el espacio político donde ese partido es capaz de desplegar eficazmente su fuerza extraordinaria al mismo tiempo que la simpatía por Andrés Manuel López Obrador se ha consolidado y con él la que podría favorecer a Delfina Gómez, la apuesta Morena para esa entidad y con la cual el tabasqueño afirmó que puede alcanzarse este 2017 la alternancia por primera vez, en la mismísima entidad de donde proviene el mayor número de electores de todo el país.
Sería, dijo AMLO, “el reino de la justicia”, ante la corrupción de un segmento del PRD cuyo argumento de venta al interior fue el de “lleguemos tan bajo como podamos llegar” aunque se referían más bien a disputar la elección “solos” y después “levantarnos” de la escasa votación que los dejará en cuarto lugar en la entidad de nacimiento de Enrique Peña Nieto.
Un día después AMLO da a conocer la alianza con un sector de ex priístas ligados a Televisión Azteca que en la figura del exsecretario de Gobernación y de Desarrollo Social, Esteban Moctezuma Barragán, colocan en el escenario las probabilidades reales de acercamiento con el precandidato que en este momento aparece más sólido ante el desplome del PRI y el enfriamiento momentáneo de la precandidatura de Margarita Zavala.
Además, AMLO comenzó desde mayo de 2016 a proyectar una serena certeza de su victoria respecto de la cual sus opositores parecen, por el momento, crecientemente inhábiles de revertir. Hasta sus decálogos se adelantan a otros decálogos.
En la combinación de aumento de negativos para unos y la recuperación de la confianza popular para otros, la batalla por el Estado de México comienza a parecer menos previsible de lo que era hace un año y ocurrirá entre Morena y el PRI.
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