Teléfono rojo/José Ureña
Los demonios siguen sueltos y toman Quintana Roo
Inmersos en los enormes desafíos que depara a la Nación entera la llegada de la era Trump, con sus amenazas cumplidas y las que vendrán en breve, hemos dejado a un lado la existencia de nuestros propios demonios, de nuestras vulnerabilidades y los enormes retos que debemos afrontar. Entre tantos se encuentra el de la inseguridad que aumenta, como crece la fuerza y presencia de las bandas del narcotráfico.
Así ya no volteamos hacia la joya del Caribe mexicano y mandamos hasta el quinto escalón de la atención las balaceras en Playa del Carmen y Cancún que dejaron una decena de muertos, varios heridos y el pánico en lugares paradisiacos y turísticos de Quintana Roo.
Los datos más recientes señalan –y según cifras oficiales– que el 2016 se convirtió en el segundo año consecutivo con el mayor número de denuncias por asesinato, aumentó significativamente con respecto al año anterior en un 22 por ciento y alcanzó las 22 mil 789 denuncias. A ello podría sumarse la cifra negra, es decir los homicidios no reportados, para llegar a mayores números.
En nota publicada, en el diario La Crónica, se reporta que en el 2006, año en el que inicia la llamada guerra contra el narcotráfico, las denuncias por homicidios dolosos sumaron 11 mil 806 en todo el país. De acuerdo con cifras publicadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante la administración Calderón la cifra se mantuvo en aumento constante hasta el 2011 (la cifra anual fue de 22 mil 852, es decir, el doble de denuncias registradas al inicio de la guerra contra el narco).
A partir de 2012 la cifra vino bajando, pero en 2015 se estabilizó en torno a las 21 mil averiguaciones previas anuales. El 2016 muestra una tendencia ascendente que, además, es de casi nueve mil casos de homicidio doloso más que los de hace 10 años.
Si bien las entidades que presentaron los indicadores más elevados de violencia en 2016 fueron: Guerrero con dos mil 213 denuncias, seguido por el Estado de México con dos mil 053, Quintana Roo no estuvo al margen y sumo cerca de 164, todas ellas atribuidas a ajustes entre narcomenudistas. Es decir que el estado caribeño se mantuvo a media tabla, lo cual es significativo por su escasa densidad poblacional.
Los expertos han señalado también que son las pequeñas bandas las que más sangre han derramado en su permanente lucha por las plazas, ello ante la opacidad u omisión de las autoridades municipales y estatales, que ha a base de plata y/o plomo guardan silencio o ven hacia otro lado.
Se explica entonces el por qué en Quintana Roo, tres cárteles: los Zetas, Jalisco Nueva Generación y uno más considerado independientes se disputan (brutalmente) la venta de drogas, el cobro de derecho de piso y las extorsiones, consideradas como las actividades más lucrativas y causantes de la violencia desatada en los últimos días en Cancún y Playa del Carmen, según revela un informe de seguridad de autoridades federales, publicado recientemente por el diario de circulación nacional El Universal.
Dicho reporte señala que en Quintana Roo operan los grupos delictivos Los Pelones, Cártel del Golfo, Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Zetas. El reporte confirma que los tres primeros se encuentran aglutinados en el Cártel de Cancún o independiente. Este último una agrupación emergente que ha sido liderada por Doña Lety, a quien identifican como una ex policía federal y cuya presencia se ha fortalecido en los últimos cinco años.
Con el cambio de gobierno estatal, el pasado octubre –se especifica en el citado informe–, «los Zetas han intentado desplazar al cártel independiente y controlar la plaza». Tan es así que recientemente, el comandante de la X Región Militar ubicada en la península de Yucatán, Gustavo Nieto, confirmó la presencia en la entidad del cártel independiente.
Sólo que nada o casi nada hicieron las autoridades estatales, y mucho menos las municipales para detener su avance. Tuvieron que suceder dos hechos violentos de gran impacto, en sus meros centros de recreo para que la atención se pusiera en la joya del Caribe mexicano.
El mismo diario que ha dado seguimiento al asunto señala, en voz del investigador Juan Carlos Arriaga, de la Universidad Autónoma de Quintana Roo, que las autoridades han sido permisivas ante un negocio que deja mil 500 millones de dólares al crimen organizado.
Doña Lety (Leticia Rodríguez Lara) es considerada, en reportes de inteligencia federal, como la presunta líder del cártel independiente en Cancún. Llegó y se asentó en el paradisiaco destino turístico, de fama internacional y visitado por turistas provenientes de todas partes del orbe, después de ser policía federal. Hoy presa enfrenta a diversas averiguaciones abiertas que van desde el cobro de piso a la venta de drogas. Fue el motivo del enfrentamiento entre Marinos, Federales y estatales contra hombres bien armados que arribaron a instalaciones judiciales y las tirotearon con armas de alto poder.
Las autoridades federales tienes, pues, el primer hilo para desmadejar el enorme entuerto, veremos si hay voluntad para liberar a las ciudades de Cancún y Playa del Carmen, así como a toda la Rivera Maya de sus demonios o estos crecerán soterradamente hasta someter a la entidad, como tienen sometidas a otros estados con destinos turísticos importantes.