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CIUDAD DE MÉXICO, 15 de abril de 2017.- Ante la incredulidad de Tomás sobre la resucitación de Jesús al tercer día después de ser crucificado en el Monte Calvario, el propio nazareno debió ir ante su discípulo y mostrarle los agujeros de los clavos con que fueron clavadas sus manos en la cruz.
Tomás, la referencia universal de los escépticos, se rindió ante la evidencia.
«Te pido disculpas, mi señor», dijo un atribulado Tomás.
La escena formó parte de la resurrección de Jesús en la Pasión de Cristo en Iztapalapa, realizada en la explanada de la delegación.
En la 174ava. representación, destacó la quema de tres Judas, ninguno con carga política como marca la tradición, y durante la representación, el uso de drones para transmitir las escenas, pantallas gigantes para que vieran quienes no pudieron pasar la valla que dividía al escenario del público, e incluso la utilización de luces estroboscópicas, las cuales le daban un toque futurista a lo que algunos han llamado «el gran teatro de masas».
La representación concluyó con la ascensión de Jesús para reunirse con Dios, su padre.
El actor encargado de representar a Cristo, Éder Omar Arreola fue subido en un arnés y elevado con una grúa para dicha escena.
Con la representación de la resurrección concluyó la Pasión de Cristo en Iztapalapa.
Hubo juegos pirotécnicos, aplausos para Éder, y se rezó un Padre nuestro por un compañero que hacía caracterizaciones de los actores principales, y quien falleció la mañana de este 15 de abril.
El compañero fallecido es Félix Alemán, informó el presidente del Comité Organizador de Semana Santa en Iztapalapa AC (Cossiac), Miguel Morales.
El anuncio resultó una sorpresa para el resto de los actores, aseguró Joaquín Rueda -secretario particular del consejero jurídico del gobierno de la ciudad- que este año escenificó a Lucifer.