Juego de ojos
Indígena y Madre Tierra
Conmemoraciones para lograr conciencia y dejar de destruir
Nada que celebrar y mucho que lamentar
Indígena y tierra siempre van de la mano. Quizás por eso se conmemoró al primero el pasado 19 del presente y a su compañera este día 22, aunque a diario deberíamos respetarlos pero no hay duda de que a cada momento son a los que más condenamos a su extinción. La efeméride, entonces, no es para celebrar, si no por lo mucho que hay de lamentar ante la evidente destrucción. Estimaciones recientes indican que en el mundo todavía hay más de 350 millones de auténtico nativos en unos 100 países. Pocos en realidad si se toma en cuenta que en el orbe hay más de 7 mil millones de habitantes. Sin embargo, es, principalmente, en esa minoría donde se encuentra la mayor defensa del planeta que protesta con frecuencia con desastres naturales ante el daño que le hacemos.
Para no fallarle, se calcula que en México hay unos 15 millones de auténticos nativos que desde la Conquista siempre han padecido la discriminación. No obstante, el 19 de abril de 1940, con Lázaro Cárdenas del Río como Presidente de la República, se llevó a cabo en Michoacán el Primer Congreso Indigenista Interamericano en el que se debatió –nos recuerda El Siglo de Torreón—sobre sus derechos y demandas, por lo que desde entonces se evoca el Día del Indio casi en todo el continente.
En muchas partes, por ejemplo, se realiza una jornada semanal de protestas internacionales contra la destrucción de las tierras, las vidas y los derechos humanos de los pueblos indígenas y tribales. De acuerdo con testimonios periodísticos las protestas se han realizado ante embajadas y consulados de ciudades como Londres, San Francisco, Milán, Berlín, Madrid y Barcelona en donde etnias brasileñas, guaraníes sobre todo, han demandado respeto a sus derechos territoriales agredidos por terratenientes, agroganaderos y trasnacionales expulsando a los aborígenes de sus tierras ubicadas en el centro de Brasil, al grado de que la ONU ha definido su situación como una crisis humanitaria pues, en condiciones de miseria, se ven forzados a vivir a orillas de las carreteras, a beber agua contaminada y a vivir en campamentos improvisados. Nos dicen que este pueblo indígena padece la mayor tasa de suicidios en el mundo. Hay que tomar en cuenta que en ese país gobierna una derecha rapaz que hace todo para aniquilar a los nativos y apropiarse de lo que desde siglos les ha pertenecido. De acuerdo con Stephen Corry, director de Survival International, el ataque a los indígenas de Brasil vuelve con sed de venganza. Mueren mientras los políticos de ese país permiten que los barones de la soya roben y destruyan su territorio.
En Argentina, donde también se conmemora El Día del Aborigen Americano, Misiones on Line nos confirma que la mayor pretensión es cuidar y resaltar el valor de las culturas originarias de América y forjadas antes del llamado “descubrimiento”, y que son las que imprimieron a nuestra tierra los primeros rasgos que, junto a los de los colonizadores europeos, dieron forma a nuestra propia actualidad. Y como hace 77 años en Pátzcuaro, Michoacán, se analiza la situación para buscar caminos en común para enfrentar a las adversidades. Se tiene presente además que gracias a la iniciativa de Lázaro Cárdenas se fundó el Instituto Indigenista Interamericano que depende de la OEA. Gracias a ello, muchos países han reconocido en su respectiva Constitución la preexistencia étnica y cultural de los pueblos originarios, el derecho y respeto a su identidad y a la educación bilingüe, aunque como sucede en México tales preceptos no se cumplen a cabalidad. Mucho menos la personalidad jurídica de las comunidades, la posesión y propiedad de sus tierras que tradicionalmente han ocupado. La misma fuente indica que, aunque no se crea, en Argentina aún subsisten 24 etnias, que en Guatemala casi un 80 por ciento de la población es aborigen; en Ecuador, un 70 por ciento; en Perú más de la mitad de la población; en Bolivia el 45 por ciento y en México el 30 por ciento. En todos, y en pleno siglo XXI, lo indígena forma parte de la identidad nacional, porque en ellos está el origen propio de cada nación.
Entiéndase que, como establece la Constitución Argentina, las comunidades, pueblos y naciones indígenas son aquellos que, teniendo una continuidad histórica con las sociedades previas a la invasión y colonización que se desarrollaron en sus territorios, se consideran a sí mismos distintos de oros sectores de las sociedades que prevalecen actualmente en esos territorios o en parte de los mismos. Pero en varias naciones, si no es que en casi todas, salvo Bolivia, los nativos, como los del Paraguay, tienen una triste realidad y mucho que lamentar, según reportes de los mismos. Denuncian que se les tiene en el olvido, que el sistema los vulnera y despoja de los elementos básicos para vivir dignamente o “al menos”, sobrevivir, testimonió el rotativo Última Hora. “Hoy es nuestro día y ustedes son testigos de la necesidad que estamos pasando desde hace muchos años. No tenemos nada que festejar, sino lamentar”, dijo el dirigente Arnaldo Domínguez, palabras que en un eco acusatorio recorren el Continente. En México, según el gobierno, “los indígenas tienen los mismos derechos humanos que cualquier otra persona, pero también tienen derechos especiales como son el de conservar sus costumbres, lengua, patrimonios culturales y tradiciones”. Aunque en los hechos, aquí y en todas partes, sabemos que no es así.
Como tampoco lo es el respeto por la Tierra y sus ecosistemas, pese a que desde el 2009 la Organización de las Naciones Unidas designó el 22 de abril como Día Internacional de la Madre Tierra para hacer conciencia de que hay que quererla comprometiéndonos a cuidar el medioambiente. Curiosamente, fue en Estados Unidos cuando en 1970 surgió un movimiento ambientalista respaldado por 20 millones de estadounidenses que ahora enfrentan al peor enemigo que es el presidente Donald Trump, peleado hasta con el papa Francisco por políticas contrarias que tienen que ver con el cuidado de la naturaleza a fin de frenar el calentamiento global. El mensaje del religioso es que debemos preocuparnos más por los estragos de la contaminación, la preservación nuestra, de los animales y de las plantas.
Los promotores de esta conmemoración, el senador estadounidense Gaylord Nelson fue el iniciador, nos dicen que las Naciones Unidas reconocen que la tierra y sus ecosistemas son el hogar de la humanidad y que de igual manera están convencidas de que si queremos conseguir un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales delas generaciones presentes y futuras, es necesario cuidar a la Madre Tierra. Misión, objetivo, en el que todos debemos de participar.
DESDE EL CENTRO
Bueno que la SEDESOL y la Secretaría de Energía impulsen la sustitución de leña y carbón por gas licuado en comunidades indígenas. Malo que este programa se anuncie en vísperas de elecciones en el Estado de México, Nayarit y Coahuila donde se ubican muchas de ellas y que el PRI quiere reaprovechar con votos, principalmente para los comicios presidenciales de 2018, pues se trata nada menos que de 8.5 millones de hogares… Ante la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos es claro que México requiere de un cambio de rumbo, y un nuevo espíritu de unión en torno a las situaciones actuales, destaca la Gaceta de la UNAM en nota de Mirtha Hernández para informar sobre los foros universitarios y los Desafíos de la Nación, en los que se tratarán 13 temas: seguridad; economía; cambio climático; educación; ciencia, tecnología e innovación en un mundo globalizado; democracia y participación ciudadana; comercio exterior; derechos humanos y equidad; migración y repatriación; seguridad alimentaria; política exterior; el agua en México: retos y soluciones, y energías sustentables. De esas reflexiones, ponencias y análisis –que se harán los próximos martes y jueves– surgirán documentos y propuestas que se pondrán a disposición de la sociedad… La SAGARPA de José Calzada Rovirosa se prepara para la exportación de carne de cerdo y de res a China, lo que es parte del proceso del plan estratégico para la diversificación de mercados agroalimentarios, provocado por el nuevo gobierno de Estados Unidos que encabeza Donald Trump que va contra el TLCAN.