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CIUDAD DE MÉXICO, 5 de mayo de 2017.- Con una pobre asistencia de militantes y la ausencia del llamado líder moral, Cuauhtémoc Cárdenas, el PRD festejó sus 28 años de fundación, destacando sus logros como gobierno, específicamente en la Ciudad México, y asegurando que será un partido decisivo en las elecciones presidenciales de 2018.
Al respecto la presidenta nacional del PRD, Alejandra Barrales Magdaleno aseguró que el partido «no está muerto» y envió mensaje a todos aquellos que, dijo, han firmado su acta de defunción.
«Vamos a recuperar nuestro papel como partido de oposición, vamos a recuperar la confianza de la gente, que no quepa la menor duda, vamos a ser el partido decisor para el 2018, no es un asunto solo de corazón, es matemático.
Por su puesto que el PRD va a jugar un papel decisor, vamos a ser el partido que no solamente decida quien pueda ganar o no la Presidencia de la República, de ese tamaño es la presencia de nuestro partido, no nos compremos mensajes se nos quieren vender, que no nos quieran convencer de que el PRD se está disminuyendo, que está acabado, eso no es cierto», enfatizó.
Barrales Magdaleno resaltó los logros alcanzados por el PRD a lo largo de 28 años de existencia y afirmó que los lugares gobernados por ellos han sido ampliamente beneficiados y han «cambiado la forma de vida» de sus habitantes con los programas sociales que han impulsado e implementado.
En ese sentido recordó que fue en la Ciudad de México donde se iniciaron los programas sociales de apoyo a los adultos mayores, las madres solteras y a los niños, lo que, dijo, fue severamente criticado y ahora son programas federales.
«En esta ciudad y en los lugares que nos han elegido para representarlos, hemos cambiado la forma de vida de quienes nos han dado su confianza, ahí llegaron por primera vez todos estos programas sociales, becas, útiles escolares, apoyo para mujeres, adultos mayores, todos estos programas fueros criticados y descalificados y después todos los gobiernos comprueban la eficacia de estos programas y los van replicando hasta convertirlos en programas federales», aseveró.
Sin la presencia del jefe de gobierno capitalino, Migue Ángel Mancera, la líder nacional resaltó los más de 18 años de gobiernos de izquierda en la Ciudad de México y los logros «progresistas» que se han alcanzado como el derecho de las mujeres a decidir con la legalización del aborto, así como el reconocimiento legal de los matrimonios igualitarios, «por eso es una ciudad de avanzada, una ciudad ejemplo para toda la nación».
Con militantes, mayoritariamente gente de Iztapalapa que portaban mantas con el nombre de «Dione», refiriéndose a la delegada de esa demarcación y quien por cierto no estuvo presente en el evento, el PRD festejó en el Hemiciclo a Juárez en plena Alameda Central, donde no hubo necesidad de cerrar Avenida Juárez pues los asistentes solo alcanzaron a llenar la banqueta y parte del primer carril de la calle.
En el evento estuvieron presentes además de la secretaría General del partido, Beatriz Mojica y otros miembros de la dirigencia, diputados federales como Cristina Gaytán y Rafael Hernández Soriano, locales como Raúl Flores y Leonel Luna; también Carlos Navarrete, Alejandro Sánchez Camacho, Ifigenia Martínez, entre otros.
Los grandes ausentes fueron los gobernadores perredistas de Michoacán, Morelos, Tabasco, Quintana Roo y Ciudad de México; así como emblemáticos personajes como Pablo Gómez, Guadalupe Acosta Naranjo, Jesús Zambrano, Dolores Padierna, Jesús Ortega, y muchos más, ausencias que Alejandra Barrales justifico al final del acto en entrevista a medios, al decir que no asistieron por estar en diversas actividades que no les permitieron llegar.