Cerramos la etapa del institucionalismo neoliberal, considera Monreal
TOLUCA, Edomex, 9 de mayo de 2017.- Sí, sacaron sus navajas, como queriendo pelear. Desde el preámbulo del debate entre los seis candidatos a gobernador del Estado de México, con sus huestes, algunos quisieron cobrarse afrentas mediáticas, ofensas o señalamientos de corrupción, de descalificación.
Y ya en el debate, cada uno en su papel. Intercambiaron acusaciones, señalamientos de corrupción fundamentalmente. Casi la norma fue sacar trapitos o auténticas sabanas al sol. Si, hubo propuestas específicas en los temas, fueron hasta cierto punto serios. Pero afuera salió a relucir el fanatismo, los reventadores, al más puro estilo de la tauromaquia.
A Josefina la recibieron las huestes de Delfina. Gritos, recriminaciones, cuestionamientos. ¿Cómo te atreves a cuestionar a la maestra Delfina? ¡Tú no has explicado que hiciste con los mil millones que te dio el gobierno! Y la candidata panista debió cerrar la ventanilla de su camioneta ante el real riesgo de ser agredida.
Venían de Texcoco, “donde nació Dios y vive la Virgen Delfina”
Eran trabajadores del ayuntamiento de Texcoco. Estaban enardecidos. Venían “de Texcoco, donde nació Dios y vive la Virgen Delfina”. Paroxismo, fanatismo. Sus rostros eran realmente imágenes enardecidas. ¿Consigna? Si no lo era, parecía tener la solicitud en la bolsa.
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