Declaraciones de México y Oaxaca/David Colmenares Páramo
El futuro. Gracias.
De vez en cuanto es menester recurrir a las anécdotas. Y más si se circunscriben a una edad, muy madura. Ojalá te rías.
Viejas Amigas
Dos señoras de edad avanzada son amigas desde hace muchas décadas.
Durante estos años participaron en actividades y aventuras juntas. Últimamente, sus actividades se habían limitado a encontrarse un par de veces a la semana para jugar a las cartas.
Un día, cuando jugaban a los naipes, una de ellas llama a la otra y le dice: «No te molestes conmigo… Sé que hemos sido amigas durante mucho tiempo, pero ahora no recuerdo tu nombre. Llevo rato pero no puedo recordarlo. Por favor, dime cuál es»
Durante al menos tres minutos la otra amiga se limita a mirar y sonreír; finalmente dice:
«¿Y qué prisa tienes por saberlo?»
En el centro de la tercera edad Bárbara, de 80 años de edad, irrumpe en la sala de recreo del centro de jubilación. Y con su puño en el aire, anuncia:- «¡Quien adivine lo que tengo en mi mano puede tener relaciones sexuales conmigo esta noche!»
Un señor mayor ubicado en la parte trasera grita: «¿Un elefante?»
Ella piensa un minuto y responde: «¡Exacto!».
Un señor de avanzada edad conduce por la autopista cuando suena el teléfono del coche. El señor escucha la voz de su mujer a través del contestador: «Vicente, acabo de escuchar en las noticias que hay un coche que va en sentido contrario por M25. Por favor, ten cuidado.»- «¡Demonios!», exclama Vicente, «¡No es sólo un coche el que va en sentido contrario sino cientos de ellos!»
Romance
Una pareja de viejos están acostados en la cama. El marido se queda dormido, pero la mujer, en un estado de ánimo romántico, quería hablar.
La mujer dice: «Solías sostener mi mano cuando éramos novios».
Con los ojos aún cerrados, el marido toma la mano de su esposa durante unos segundos y trata de volver a dormir. »
Unos momentos más tarde, la mujer dice:
«Luego acostumbrabas a besarme.»
Ligeramente irritado el marido le da un beso en la mejilla y se dispone a dormir..
Treinta segundos más tarde la esposa añade:
«Y también solías morderme el cuello.»
Ya con rabia, el hombre tira las sábanas y se levanta de la cama. –
«¿A dónde vas?», pregunta ella.
– «¡Voy a por mis dientes!»
Supersex
Una anciana corre de arriba y abajo por los pasillos en un hogar de gente mayor.
Mientras lo hace se levanta el borde del camisón y grita: «Supersex».
La mujer se dirige hacia uno en silla de ruedas. Se levanta el camisón y dice: «Supersex».
El señor permanece en silencio por unos instantes y dice:
«Tomaré la sopa, gracias”.
Conducción
Dos mujeres muy adultas conducen un coche grande. Apenas podían ver nada a través del parabrisas. Cuando llegan a una intersección, el semáforo está en rojo pero ellas siguen adelante.
La mujer que viaja en el asiento del copiloto dice: «Juraría que acabamos de saltarnos un semáforo en rojo».
Después de unos minutos llegan a otro cruce y encuentran el semáforo en rojo de nuevo. Una vez más se saltan el semáforo.
La copiloto se queda convencida de que el semáforo estaba en rojo.
Y de nuevo en el siguiente cruce, la conductora se salta el semáforo.
Entonces la mujer le dice: «Miguela, ¡que nos hemos saltado tres semáforos en rojo! Así vamos a matarnos.
«Miguela mira a su amiga y le dice:
«Ah, Creía que tu manejabas. Mejor frena”.