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CIUDAD DE MÉXICO, 8 de julio de 2017.- Con el fin de determinar y aprobar las cualidades de los propóleos que se recolectan y distribuyen en México, y promover que en un futuro éstos sean destinados a la exportación, la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM puso en marcha el Laboratorio de Análisis de Propóleos, primero en su tipo en el país.
De acuerdo con un comunicado, el propóleos contribuye a reforzar el sistema inmune y a prevenir problemas respiratorios y sus consecuencias. Estudios científicos han demostrado que posee propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antifúngicas, que dependen del origen botánico, composición química y zona geográfica de recolección.
Por sus atributos terapéuticos, cada vez crece más el interés por adquirir esta resina apícola; sin embargo, existen algunos problemas con la validez o actividad biológica que se adjudica a los productos derivados, que se comercializan particularmente en tiendas naturistas.
Ante la situación, un grupo de expertos, encabezado por Tonatiuh Cruz Sánchez, de la FES Cuautitlán, junto con académicos de FES Iztacala y de la Universidad Autónoma de Campeche, impulsan la Norma Oficial Mexicana sobre Producción y Procesamiento de Propóleos, cuyo anteproyecto fue publicado recientemente en el Diario Oficial de la Federación.
Importancia económica
Tonatiuh Cruz refirió que a escala mundial la venta anual de propóleos alcanza unos seis mil millones de dólares. Los principales exportadores de esta resina son los países latinoamericanos, pero México no forma parte de este bloque (aunque sus productos son de calidad y superan los parámetros internacionales) debido a la falta información, capacitación y producción nacional.
El costo promedio de un kilogramo de propóleos en nuestro territorio es de 750 pesos, mientras que su precio internacional es de 100 dólares. “Hicimos un estudio y al diluir y envasar en goteros el propóleos, por cada kilogramo se obtendría un beneficio de hasta cinco mil pesos, en promedio, lo que representaría una ganancia para el apicultor de poco más de 4 mil pesos”, ejemplificó.
Betsabé Rodríguez, estudiante de doctorado en la FES Cuautitlán y encargada de los procesos de caracterización físico-química para estandarizar esta resina mediante pruebas que garantizan su calidad, comentó que una parte importante de los apicultores desconocen el beneficio económico que podría redituarles el procesamiento y venta de este producto. “Buscamos que su esfuerzo no sólo se centre en la producción de miel, sino que diversifiquen su mercado”.