Detienen a 2 por tráfico de personas en Chiapas; uno, exfuncionario
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de agosto de 2017.- Para la Iglesia Católica en México el Sistema Penal Acusatorio pone en la mesa un debate con más preguntas que resultados contundentes en beneficio de los ciudadanos para que confíen más en las instancias de procuración de justicia.
De acuerdo a la publicación editorial del Semanario Desde la Fe, en el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México, tomando como base el Informe Hallazgos 2016: seguimiento y evaluación de la operación del Sistema de Justicia Penal en México, publicado por el Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. (Cidac), critica que hay defectos legislativos producto del escaso análisis parlamentario, además de las deficiencias institucionales en las procuradurías y policías debido a la escasa profesionalización para llevar a los criminales ante la justicia.
«El Sistema Penal Acusatorio tiene una comparación que describe perfectamente la situación en la que se encuentra: agarró a los impartidores de justicia con los dedos en la puerta. La sociedad padece las carencias en la implementación adecuada y la forma como se han aprovechado las deficiencias y resquicios para que, al final, se cometan delitos tersos que no ameritan prisión, pero que aún así están agraviando a la sociedad», señala el artículo.
«El reporte señala que hay defectos legislativos producto del escaso análisis parlamentario, además de las deficiencias institucionales en las procuradurías y policías debido a la escasa profesionalización para llevar a los criminales ante la justicia. En las movedizas determinaciones del Poder Judicial, los jueces locales ven rebasadas sus capacidades, difiriendo audiencias o bien decretando sanciones en libertad para que los culpables cometan otros ilícitos», considera la Iglesia.
Además, puntualizó que las reformas estructurales se ven afectadas por una problemática relacionada a corruptelas y falta de eficiencia en los procesos de investigación y falta de agilidad en la impartición de justicia que termina afectando a los ciudadanos.
«Vicios arraigados, corrupción e ineficiencia han hecho que quien esté pagando la incapacidad de algunos sea la sociedad mexicana que ya no sabe cómo librarse de estas lacras. Algunos magistrados locales admiten que el Sistema Penal Acusatorio es una peligrosa puerta giratoria: los criminales entran y salen de los juzgados como si nada pasara, y sólo para elevar los índices delictivos que algunos se empecinan en minimizar», concluye.