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CIUDAD DE MÉXICO, 23 de marzo de 2017.- No sólo fueron las dos muertes que dejó el socavón del pasado 12 de julio en el kilómetro 93.8 del Paso Express de Cuernavaca, durante su construcción, accidentes cobraron la vida de un total de 23 personas, debido a la modificación constructiva de carriles sin previo aviso.
Así lo dio a conocer el gobernador de Morelos, Graco Ramírez Garrido Abreu, durante su reunión de trabajo, con formato comparecencia, con legisladores de la Tercera Comisión de Hacienda y Crédito Público, Agricultura y Fomento, Comunicaciones y Obras Públicas.
Desde el principio el gobierno de Morelos y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) tuvieron diferencias, pues la entidad se negó a la construcción de un segundo piso que se proponía.
“Las razones para no hacer un segundo piso es que seguiría siendo ese tramo de cuota y nos restaría competitividad, y que una concesión que se perfilaba para OHL, les dijimos que no estaríamos de acuerdo porque Morelos no es la continuidad de la Ciudad de México”, señaló al referirse en términos de geografía y percepción urbana.
En su lugar se presentó un proyecto que proponía confinar de cuatro a 10 carriles, mismo que llevó a trabajar y colaborar con la SCT en todo el proceso de adquisición del derecho de vía.
Según Ramírez Garrido Abreu, su administración estatal plantó confinar los cuatro carriles originales para dar paso express a automovilistas sin salir y entrar a ninguna parte de la ciudad, y dejar los carriles laterales para el movimiento local, sin embargo esto fue corregido en términos de evitar el colapso del tráfico entre semana.
Sobre la licitación de la SCT, detalló que en una reunión presentaron a la empresa Aldesa-Epccor, misma empresa que construye la concesión de la Autopista Siglo 21, también en Morelos.
“Cuando se planteó nuestra colaboración y la licitación por un monto de mil 45 millones de pesos, no conocimos el proyecto ejecutivo”, aseguró el mandatario estatal, por lo que pidió que el peritaje técnico independiente que se realiza investigue si hubo tal proyecto y estudio de la cuenta hidrológica que representa la barranca de Santo Cristo y otras.
En su intervención afirmó: “quiero decirles con toda claridad que lo que ocurrió en el Paso Express Tlahuica no fue un accidente desafortunado, no se atendió con oportunidad la observación técnica que provocó una falla estructural.”
El gobernador de Morelos, emanado del PRD, dijo que siempre mantuvieron dudas de una advertencia que hizo la Comisión Estatal del Agua a la SCT desde el 30 de octubre de 2016, sobre que la alcantarilla del colector pluvial, ubicada en barranca Santo Cristo, resultaba insuficiente para las avenidas máximas de agua, por tanto se debían modificar.
Criticó que el secretario Gerardo Ruiz Esparza faltó a la verdad en su comparecencia de este martes ante el mismo órgano técnico al decir que lo único que había recibido era una carta para ponerle el nombre de Tlahuica al área express.
Este mismo documento aseguró que también fue recibido por el Director del Centro de Operaciones, quien según el propio titular de la SCT, tiene plenas facultades por las características de directores de los centros de la dependencia federal.
“¿Cómo podríamos saber nosotros las entrañas de la obra?”, cuestionó Graco Ramírez; ahora reconoce y observa que la propia empresa supervisora recomendó corregir el tubo pluvial.
Sin embargo, señaló que jamás se le informó por escrito ni hubo una respuesta técnica a la Comisión Estatal del Agua.
Lo que sí observó el Gobierno de Morelos, fue el apresuramiento de querer inaugurar la obra.
La misma empresa informó a SCT la importancia de embovedar el tubo, SCT fue omisa y ahí están las consecuencias del socavón del #PasoExpres
— Graco Ramírez (@gracoramirez) August 23, 2017