Escenario político
Andrés Manuel López ha herido de gravedad varias candidaturas.
La suya propia porque pone una vez más muestra el lado más arbitrario e impositivo.
La de Ricardo Monreal, a quien ahora desplaza de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México pero, efecto inevitable, lo aleja de la búsqueda de la Presidencia de la República para 2018.
La de Claudia Sheinbaum, porque si el zacatecano acepta las invitaciones de varios partidos para encabezar un frente amplio contra ella, El Peje y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), puede ser un dique infranqueable al Palacio del Ayuntamiento.
Pero atrás de todos estos evidentes efectos, también pone en entredicho seriamente a otros aspirantes porque ya no será fácil imponerlos para posiciones al gusto del tabasqueño y de su principal operador en Morena: su hijo Andy, Andrés Manuel López Beltrán.
Como éste es un espacio de información, pasemos a las pruebas:
El domingo el Consejo de Morena en la capital no brillaron la democracia y la tranquilidad.
Para comenzar, la Sheinbuam fue abucheada por sus propios correligionarios porque no la reconocen como ganadora de la encuesta desconocida sobre Martí Batres, Ricardo Monreal y Mario Delgado.
Haber enviado al tercero o cuarto lugar al delegado en Cuauhtémoc no tiene nombre.
Pero sin ascendencia como coordinadora de Morena, término urdido por El Peje para evadir los plazos de ley y hacer campaña prematura, Sheinbaum no logró postular como candidato de unidad al Senado al escogido por López.
Martí Batres –sí, el más popular según el dedo del de Macuspana- fue rechazado por la base y deberá ir a otra encuesta –ooootra al dedo Peje- donde estarán tres prospectos: el propio Batres, Gerardo Fernández Noroña y Bernardo Bátiz.
YA NEGOCIA MONREAL CON VARIOS PARTIDOS
La rebelión interna en Morena se da mientras la oposición da su primera gran pelea por el 2018.
Panistas, perredistas, Movimiento Ciudadano (MC) y hasta priístas tratan de convertir a Ricardo Monreal en candidato suyo para jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Sí, su misión sería enfrentar en la capital a su todavía correligionaria Claudia Sheinbaum y disminuir la votación del propietario de Morena, Andrés Manuel López, en su tercera búsqueda de la Presidencia de la República.
Las pláticas avanzan mientras Monreal da su postrera e inútil lucha contra la nomenklatura de Morena –El Peje y su hijo Andrés Manuel Andy López, ¿quién más?- para repetir la desconocida encuesta.
Tarea inútil, dijimos arriba, porque López jamás cede.
Y si no cede y se cumple la fuga de Monreal, la candidatura presidencial del dueño de Morena quedará seriamente dañada.
ADIOS A LA CAPITAL, A JALISCO Y ZACATECAS
A los datos:
Andrés Manuel López presume su delantera hacia Los Pinos cuando no hay opositor al frente, pues hasta el panista Ricardo Anaya está boca abajo con sus negocios inexplicables y poco claros.
La aceptación de la candidatura con el apoyo de varias fuerzas por parte de Monreal afectaría seriamente la votación del de Macuspana en muchísimos frentes.
Uno:
Sin el respaldo de Dante Delgado y Movimiento Ciudadano –ya señalados por el tabaqueño como parte de la mafia del poder-, Morena y El Peje prácticamente desaparecen en Jalisco ante el empuje de Enrique Alfaro.
Otro:
Ido Monreal, tampoco Zacatecas será estado de López porque el monrealismo giraría hacia la alianza multicolor.
Sin esos estados y otros seducidos por la el pretendido frente amplio y Monreal, adiós Palacio Nacional para quien sueña con dormir en la recámara de Benito Juárez.
Todo por imponer a Sheinbaum.