Imperativo, estudio y reflexión sobre IA en la justicia: Guerra Álvarez
ACAPULCO, Gro., 28 de agosto de 2017.- En vísperas de tomar posesión como arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González arribó al puerto y ofreció su primera misa en la colonia Emiliano Zapata, considerada como una de las más peligrosas, donde llamó a la unidad contra la violencia y a la conversión de los criminales.
A partir de las 16:00 horas de este lunes, los fieles católicos esperaron con ansia la llegada de su nuevo arzobispo, desde la entrada de la calle 14, que lleva a las canchas, todos vestidos con playas blancas o amarillas de la bandera del Vaticano, banderines de los mismos colores y entonando Amigo, el éxito de Roberto Carlos, que fue el himno de las visitas del Papa Juan Pablo II a México, entre otros cantos religiosos. Y el chile frito tampoco pudo faltar.
En esta tarde nublada en el puerto, ni la lluvia fue impedimento para que los feligreses irradiaran emoción y felicidad, ya que no dejaban de cantar ni bailar. Ahí también lo esperaba el ahora ex administrador de la Arquidiócesis de Acapulco, Rafael Valencia González y el nuncio apostólico de México, Franco Coppola, quienes fueron los encargados de recibir a Leopoldo González, luego de su visita al municipio de Petatlán.
Fue hasta las 17:30 horas cuando arribó el cuarto arzobispo del puerto, proveniente de la Diócesis de Tapachula, quien buscará ayudar en los conflictos sociales, de seguridad y sobre todo a los familiares de las víctimas por la guerra contra el narcotráfico.
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