Detienen en Sonora a 3 criminales; dos tienen órdenes de aprehensión
CIUDAD DE MÉXICO, 25 de septiembre de 2017.- Por seis días, desde el 19 de septiembre, la atención en la zona sur de la Ciudad de México se centró en los edificios colapsados, tanto del Colegio Enrique Rébsamen, como el multifamiliar de Taxqueña, sin embargo, hay por lo menos siete edificios que resultaron dañados y de donde desalojaron a por lo menos 140 familias que ahora se encuentran a la deriva.
Estos inmuebles, pertenecientes a la colonia Girasoles, resultaron con severos daños estructurales, lo que llevó a las autoridades a desalojarlos, sin darles a las familias la oportunidad de sacar sus pertenencias, de recuperar su patrimonio, orillándolos en primera instancia a dormir en un parque para cuidar que ladrones no ingresaran a sus domicilios.
Algunas familias se encuentran en albergues, otras con familiares, sin embargo, denuncias que más autoridades solo se han limitado a decirles que esperen, sin darles alguna razón sobre sus inmuebles, han pasado seis días y la incertidumbre para ellos es mucha.
«Ninguna autoridad ha venido a darnos alguna razón, el día del temblor pasaron más de seis horas para que alguien se acercara a nosotros, únicamente la atención se centró en los edificios que se cayeron en la parte de atrás».
La ayuda no tardó en llegar, decenas de civiles se acercaron a ellos para brindarles comida, agua, algo con que cubrirse, del gobierno ni ayuda psicológica han recibido, denuncian.
La camaradería de los vecinos es tal, que personas de inmuebles cercanos que no sufrieron daños se han acercado a brindar una palabra de aliento, un abrazo que les sirva de apoyo.
Desde el inmueble con el número 2990 hasta el 3020 se ve apenas una patrulla y los cordones, tres elementos de la Secretaría de Marina y unos bomberos, el flujo de los autos es normal, como si nada en los alrededores hubiera sucedido.
Los mismos vecinos, organizados en comisiones, buscaron la ayuda por su parte, la encontraron en Pemex, consiguieron polonés y cimbras, pero no el permiso ni el personal para que puedan apuntalar el edificio y entrar por lo poco que les quedó.