Cae El Cholo Palacios, presunto jefe de plaza de Guerreros Unidos
NUEVO LEÓN, 6 de octubre de 2017.- Ante la salida de Margarita Zavala del PAN, el líder nacional del PRI, Enrique Ochoa, indicó que claramente a Ricardo Anaya se le desmorona el blanquiazul entre las manos.
«Es producto de una actitud intolerante, poco democrática, en la que Ricardo Anaya se ha apropiado de los spots en radio y televisión para hacer promoción personal, en lugar de poner esos espacios democráticos al servicio de partido y de la democracia. Ha abusado de ellos para un interés personalísimo.
«Es la consecuencia de un dirigente que tiene dos cachuchas: por un lado de presidente de un partido político nacional y, por otro lado, la de aspirante a alguna candidatura para el siguiente proceso electoral. Y eso claramente no ha sentado bien dentro de su propio partido», señaló al término al término del Diálogo con la Clase Política Priista de Nuevo León.
Añadió que Ricardo Anaya también le ha quedado mal al pueblo de México. «Recurrentemente escuchamos su propuesta de renunciar al dinero público, él lo dijo en un video en redes sociales: renunciaré al 100 por ciento del dinero público para destinarlo al apoyo a los damnificados.
«Nosotros en el PRI lo hicimos, hemos renunciado a 258 millones de pesos a nivel nacional y el Comité Directivo Estatal del PRI que encabeza Pedro Pablo Treviño también ya presentó su carta de renuncia ante la autoridad local, para renunciar al recurso que viene del pueblo de México, que hoy ha determinado debe destinarse precisamente al apoyo de la reconstrucción nacional, al apoyo a las familias damnificadas».
En cambio, subrayó, Anaya prometió hacer lo mismo, ha mentido y simulado. «Ha abierto –dice él– una cuenta a nombre de su partido, donde ha depositado cerca de 50 millones de pesos sin ningún acto transparente, sin ninguna supervisión ciudadana, sin ningún programa claro de a quién va a beneficiar ese recurso, ni cuándo, ni si al hacerlo lo está haciendo de manera legal».
Y lo señaló estar haciendo su guardadito, «y al rato no vayamos a tener otro escándalo de un terreno baldío que se vuelva otra nave industrial, sin explicación alguna».