Detienen a 3 tras ataque a policías en Ojinaga
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de octubre de 2017.- El Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero alertó sobre el posible enrarecimiento de la vida política del país por el nombramiento del ex gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, a la presidencia del Comité Ejecutivo del PRI en la capital del país, luego de las prácticas de intimidación, hostigamiento, corrupción y violencia, ejercidas durante la administración que encabezó en dicha entidad.
Para el coordinador del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero, José Antonio Lara Duque, la nominación del político mexiquense al frente de ese partido político en la Ciudad de México es un intento de trasladar las políticas y métodos ejercidos durante seis años –siendo éste gobernador—donde predominó el ejercicio abusivo del poder, la persecución de periodistas, defensores de la tierra y agua, así contra los movimientos sociales.
“Solo debemos recordar que el estado de México es la entidad que ocupó los primeros lugares en feminicidios, homicidios dolosos, violaciones, desapariciones, extorsiones y otros delitos que han sumido a los habitantes en la desesperación. Tan sólo el municipio de Ecatepec —que gobernó este personaje— se ha convertido en una “tierra de nadie” donde priva el crimen y la violencia”, manifestó.
El coordinador del Zeferino Ladrillero —organización no gubernamental que ha sido distinguido con el Premio Nacional de Derechos Humanos “Don Sergio Méndez Arceo”— afirmó que con el nombramiento de Eruviel Ávila se espera el arribo de sus “operadores” políticos, los cuales están ligados a viejos cacicazgos y grupos vinculados a transportistas, vendedores e invasores de tierras (Antorcha Campesina) que se han convertido en grupos paramilitares que han sometido a los habitantes que se han opuesto a los intereses de este político.
Por ello, Lara Duque hizo un llamado a las instituciones y a la población de la capital del país a mantenerse en “alerta” antela posible invasión de estos grupos de poder “que buscarán desestabilizar el ambiente político y de seguridad, al traspasar y contaminar con sus prácticas el ejercicio de la política en la capital de la República”.