Libros de ayer y hoy
Suspicacias desde el PAN
Una sociedad que vive en la desconfianza es una del estancamiento y la desigualdad.
Los ciudadanos que hemos decidido mantenernos fuera de los partidos y que participamos normalmente en elecciones mediante nuestro voto, sabemos que detrás del permanente cuestionamiento, específicamente aquel que es desinformado o carece de propuestas claras, se halla el propósito de inhibir la participación política ciudadana para beneficiar el mantenimiento del estado de cosas.
El porcentaje de votación de alrededor de 50 por ciento de la lista nominal, histórico en nuestro país, tiende a favorecer a la fuerza política que se halle en el poder. La fuerza predominante apuesta, normalmente, a un margen importante de abstencionismo y a la movilización de su voto duro. Y respalda, alternativamente, las suspicacias de las cuales posteriormente cosecha su permanencia en el poder.
Acción Nacional es ahora un mal ejemplo.
El PAN desconfía, o dice hacerlo, del presidente Enrique Peña respecto del involucramiento del mandatario en la designación del fiscal. Seguramente el PAN en el poder nacional entre 2000 y 2012, jamás decidió con intervención abierta, subrepticia, legal o no, del primer mandatario en situaciones semejantes, por ejemplo, con los órganos autónomos. Los panistas critican aquello que han practicado.
En los partidos es moneda común y moneda de cambio la crítica a temas y personajes de lo público sustentadas o adjetivadas burdamente.
En el partido de la democracia cristiana, los chantajes parlamentarios, los moches, los acuerdos sin programa y sin precisión de prioridades ideológicas, no son tan ajenos como llegaron a serlo cuando el PAN era y parecía una oposición con integridad ética.
La suspicacia propagandística es ahora también un recurso del PAN, resultado ella misma de la negativa a la apertura interna.
El deterioro de los canales internos de diálogo se ha montado sobre aquella. Ha sido ya motivo de una escisión estratégica y es probable que ese parido como tal comience a alejarse hacia la tercera opción electoral, con o sin frente con el PRD.
La escisión de Margarita Zavala convierte a la ex panista en la única independiente con probabilidad de disputa y, al mismo tiempo facilita el escenario para que Morena y el PRI, en los primeros dos sitios como corporaciones políticas, una aventajando por su candidato y la otra por su capacidad disciplinaria y en gestión del posicionamiento territorial, disputen la presidencia de la república.
La suspicacia panista ha debilitado severamente su probabilidad de hacer una aportación democrática seria al rumbo del país…por el simple hecho de que se aleja de la capacidad de ejercer el poder nacional lo cual se agrega al deterioro de su antiguo liderazgo ético.
confianzafundada.mx