Aplaza juez indefinidamente sentencia de Trump por caso de Stormy Daniels
CIUDAD DE MÉXICO, 13 de noviembre de 2017.- Bien puede el presidente Donald Trump culpar a México de producir drogas, más dado que 85 por ciento de los opioides del mundo se consumen en Estados Unidos, por lo que es difícil deslindar a su país de la relación directa entre demanda y suministro, así lo considera una investigación del Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques (CEIGB) del Senado de la República.
Ante la constante retórica del mandatario estadounidense a favor de la construcción de un muro fronterizo en la frontera con México, el CEIGB respalda la idea del senador Ed Markey, demócrata de Massachusetts, quien ha declarado que una barrera física no ayudará en nada a detener el flujo ilícito de drogas.
“Es necesario mejorar el equipo que los agentes utilizan en la frontera y facilitar la identificación de drogas antes de que estas crucen a la Unión Americana”, destaca el Centro en el estudio Estados Unidos declara situación de crisis por el consumo de opioides: antecedentes y perspectivas.
En este último análisis publicado el 7 de noviembre, refuta las declaraciones que Trump realizó en abril donde señalaba que el muro fronterizo será la clave para detener el flujo de drogas, “una afirmación que se antoja absurda ya que una barrera física no eliminaría este problema.”
Trump argumenta que podrá detener el uno por ciento de drogas que cruzan la frontera, mediante un muro fronterizo que costaría a los Estados Unidos alrededor de 10 mil millones de dólares, sin embargo “es menester recalcar que ésta es la única acción que el actual Gobierno estadounidense ha discutido para reducir el flujo de estas sustancias.”
Según un reporte del centro de pensamiento Consejo de Asuntos Hemisféricos, los informes de la DEA señalan que la mayor parte del fentanilo ilegal que ingresa a los Estados Unidos se produce en China, y que si bien, México no es el mayor productor de esta sustancia, todavía importantes cantidades ingresan a través de esta frontera.
En opinión de Michael Botticelli, ex zar antidrogas bajo la administración de Barack Obama, Trump también deberá nominar a un funcionario respetado dentro de la comunidad de salud pública para dirigir su Oficina de Política Nacional de Control de Drogas, un puesto que permanece vacante meses después de su toma de posesión.
El CEIGB señala que la ausencia que dejó el ex Secretario de Salud y Servicios Humanos continúa siendo un elemento clave para lograr la plena coordinación interinstitucional necesaria en estos momentos dentro del gobierno estadounidense.
Expertos añaden que expandir la capacidad del sistema de salud de Estados Unidos continuará siendo uno de los principales motores para tratar a la gente que cuenta con adicción a estas sustancias.
Sin embargo, se estima poco probable que la Casa Blanca liderada por Donald Trump y el Congreso liderado en ambas Cámaras por el Partido Republicano, mantengan las actuales disposiciones emanadas en Ley de Salud promovida por el ex presidente Obama, por lo que, el acceso a este tipo de tratamiento será cada vez más restringido.
El pasado mes de octubre, la administración Trump declaró la crisis de opioides como una emergencia de salud pública a nivel nacional. Dicha declaración surge tras meses de afirmaciones realizadas por el mandatario estadounidense quien, desde su campaña, criticó arduamente el incremento de muertes y adictos a los opioides, un tipo de drogas que incluye la heroína, el fentanilo y medicamentos contra el dolor como la hidrocodona, la oxicodona, la morfina y la codeína, de acuerdo al Instituto Nacional de Drogas de Estados Unidos.
Esta crisis ha ido escalando a través de los años, afectando la salud pública, el bienestar social y económico del país, sin recibir la atención necesaria para atacar la raíz del problema: “hacer frente a la industria farmacéutica estadounidense, así como atender a los pacientes adictos a estas drogas”, sentencia el CEIGB.
Por el contrario, durante la administración del ex Presidente Obama, el Congreso debilitó la capacidad de la DEA para perseguir a los distribuidores de estas sustancias, a pesar de que las muertes relacionadas con los opioides continuaban incrementando.
El CEIGB analiza la presente coyuntura, los antecedentes que resultaron en esta crisis nacional, así como el estado actual de la misma, y tanto las acciones de aquellos estados de la Unión Americana que se han visto abatidos por esta epidemia como las respuestas de la Casa Blanca y del Congreso Federal.
Tiene como objeto la realización de estudios y el acopio de información sobre temas de política internacional y política exterior de México; así como el prestar apoyo a las comisiones de relaciones exteriores para el desarrollo de sus actividades y el ejercicio de las facultades exclusivas del Senado en materia de política exterior.