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CIUDAD DE MÉXICO, 29 de noviembre de 2017.- El secretario de Obras y Servicios (Sobse), Edgar Tungüí, previó que la demolición de edificios dañados por el terremoto del 19 de septiembre pasado concluirá hasta dentro de un año.
Así lo explicó a medios de comunicación al terminar su comparecencia ante la comisión de Infraestructura Urbana de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
“Quizá nos vamos a tardar cerca de un año, lo que pasa es que estamos hablando de muchos inmuebles y el tiempo que nos tardamos en una demolición depende de muchas características, primero del edificio donde esté, edificios que están en medio, entonces tenemos que hacerlo con mucho cuidado y en ese espacio para colocar maquinaria o grúa debemos hacerlo de noche, el tiempo va a depender de las características.
«Lugares como Concepción Béistegui (1503, en la Narvarte) o Miramontes (3010, en Girasoles ) donde teníamos espacio lo pudimos hacer en pocas semanas”, explicó el funcionario capitalino.
Cuestionado sobre el número de inmuebles dañados, el funcionario dijo que recibieron 15 mil peticiones de revisión, pero no todos fueron afectados por el sismo.
“Dañados como tal no te podría dar el dato, cédulas postsísmicas tenemos arriba de 15 mil, de estos muchos son verdes que no tuvieron ningún daño, estamos concentrados en rojos y amarillos que son los que nos preocuparían”, añadió.
Previamente fue cuestionado sobre el número de edificios en rojo –los más dañados y los que podrían ser demolidos– y dijo que eran alrededor de 400, pero faltaba confirmarlo con dictámenes.
“De acuerdo con datos en los rojos tenemos cerca de 400 dictámenes que sí podría ser factible terminar este año, faltantes; el resto ya está entregado, vamos a ver cómo está la cifra para poder atenderlos de manera inmediata”, indicó.
Respecto a las demoliciones, mencionó que en 20 inmuebles ya se tiene el dictamen, se les notificó a los propietarios y se recibieron 14 más con expedientes completos.
Y recalcó que sólo cuando se tienen expedientes completos es que se inicia la demolición, que ya concluyó en dos edificios, el de Concepción Béistegui y Miramontes.