Matan al exsecretario de Seguridad Pública de Mazatlán, Juan Ramón Alfaro
CIUDAD DE MÉXICO, 3 de enero 2018.- Recientemente México fue azotado por dos sismos de gran magnitud durante el mes de septiembre, afectando a los estados de Oaxaca, Chiapas, Ciudad de México, Morelos, Puebla, Guerrero, Estado de México, Tlaxcala y Veracruz, principalmente.
Según las acciones para reconstruir las viviendas, escuelas y la infraestructura cultural afectada del Gobierno de la República contempla un Plan Maestro del cual en este período ya se han realizado.
En un informe entregado por el Ejecutivo federal al Senado de la República, indica que se entregaron Apoyos Parciales Inmediatos (API), de manera casi paralela a los Apoyos de Emergencia. Al 31 de octubre se autorizaron como apoyos por seis mil 844.4 millones de pesos para las entidades federativas.
Lo anterior para iniciar las acciones, trabajos y obras prioritarias para el restablecimiento de las comunicaciones y de los servicios básicos, así́ como para la limpieza y remoción de escombros.
De este monto total, Chiapas obtuvo mil 677 millones 793 mil 196.0 pesos; Oaxaca se han destinado dos mil 450 millones 78 mil 851.0 pesos; para Morelos 688 millones 539 mil 789.0 pesos; Estado de México, 384 millones 551 mil 611 pesos; Puebla, 570 millones 36 mil 138 pesos; Ciudad de México, 669 millones 162 mil 380 pesos; Guerrero, 312 millones 19 mil 364 pesos; Tlaxcala, 71 millones 105 mil 656 pesos; y Veracruz, 21 millones 102 mil 958 pesos.
Además, las viviendas afectadas que contarán con el mecanismo de atención de los recursos del Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden) en Oaxaca, Chiapas, Estado de México, Guerrero, Puebla, Morelos, Ciudad de México y Veracruz será mediante apoyo a fondo perdido por parte del Fonden: 15 mil pesos para daño parcial y 120 mil pesos para daño total (la entidad federativa aporta 30 mil pesos).
El apoyo para daño total será distribuido en etapas, este apoyo contempla 30 mil pesos, mediante la tarjeta bancaria Bansefi, y 90 mil pesos para la compra de materiales de construcción.
La primera etapa del Plan Maestro que concluirá en diciembre de este año, se contará con recursos provenientes de APIN-Fonden, del seguro contratado anualmente por el INAH que cubre las afectaciones al patrimonio histórico y arqueológico, y las gestiones de apoyos internacionales como el Fondo para emergencias de la Unesco, el World Monuments Fund, de restauradores de la Organización Perrot et Richard de París y el apoyo de los gobiernos de Francia e Italia, entre otros.
Las brigadas de especialistas en restauración, aportaciones privadas del sector empresarial solidario con México, de las Instituciones Federales y de los Gobiernos de los Estados e instituciones académicas, del Programa de Empleo Temporal y del trabajo de las propias comunidades, también apoyarán en la primera etapa.
Para la segunda etapa, de enero a octubre de 2018, el Gobierno federal estima que se habrán concluido su proceso de restauración mil 228 edificaciones. Se contará ya con el total de proyectos de intervención de todos los inmuebles que sufrieron afectaciones. Al término de esta etapa estarán en marcha los trabajos de restauración en 100 por ciento de los inmuebles afectados.
En la tercera etapa, que finalizará el segundo semestre de 2020, se tiene previsto concluir los trabajos de recuperación del patrimonio en las mil 821 edificaciones afectadas.
A la lamentable pérdida de vidas humanas, se sumaron graves daños materiales: casas y negocios destruidos, servicios básicos colapsados, infraestructura de comunicaciones afectada; así como escuelas, hospitales y monumentos históricos severamente dañados.
A casi tres meses de que la tierra se movió en el centro del país, México sigue avanzando entre ruinas. Las víctimas, los voluntarios, pero sobre todo la entereza de los jóvenes, sin menospreciar la ayuda internacional de varios países que se sumaron a las labores de búsqueda y rescate, apoyaron desde el primer minuto de los hechos.
Alemania, Argentina, Bolivia, Canadá, Colombia, Chile, China, Ecuador, El Salvador, Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos de América, Francia, Guatemala, Honduras, Israel, Italia, Japón, Panamá, Perú, República de Corea, Rusia, Suiza, Turquía y Venezuela; así como la Organización de las Naciones Unidas y la Unión Europea y la Comité Internacional de la Cruz Roja brindaron aportaciones y apoyos humanos y materiales, lo que permitió realizar con eficiencia y eficacia las labores de remoción de escombros, búsqueda y rescate de personas atrapadas en edificios colapsados.
Minutos después del temblor, las calles de México se llenaron de gente que, a pesar del miedo y zozobra, sintieron sus corazones movidos a ayudar al otro, comparecerse y salir a su ayuda.
Los mexicanos vieron cómo se perdieron casas, escuelas, iglesias y centros de trabajo, algo que volverá a quedar marcado en la memoria del país, pero más aún por el rostro solidario de la sociedad que en tiempo de abrazó a quien lo necesitó y llevó a todos los rincones afectados la ayuda necesaria. Personas de escasos recursos aportaron cuanto tenían.
Tras ese hecho, se valoró necesidad de fortalecer la cultura de la prevención y comenzar la reconstrucción, de la mano de la juventud, sociedad civil y gobierno, que asciende a varios miles de millones de pesos.
La sociedad civil, autoridades civiles, policiales y militares, expertos internacionales y binomios caninos, trabajaron jornadas extenuantes, hombro con hombro para rescatar la mayor cantidad de vidas, lo único importante fue salvar vidas.
En estos días aprendieron que el silencio, un puño en alto o un ladrido de Frida, son signos de esperanza. También aprendieron que encontrar una persona viva desata explosiones de júbilo y llanto y nos unimos en aplausos cuando llega ese material que se esperaba largo tiempo.
Los jóvenes de México asumieron un papel en la historia del país, que ofrecieron desinteresadamente manos, habilidades y vidas para retirar escombros, recolectar bienes, acoger afectados en sus casas y aprovechar las redes sociales para ayudar mejor. Un gesto que sin duda dio una bocanada de esperanza por transformar México.