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IXTLAHUACÁN, Col., 6 de enero de 2017.- Entre aventones, gritos, risas y brincos los Chayacates después de la media noche cumplieron su cometido de robarse el niño Dios de su pesebre en el barrio de los Once Pueblos, ante una gran multitud que se dio cita para presenciar esta tradición pagano religiosa de más de 400 años de antigüedad.
Fue en esta ocasión que el barrio de los Once Pueblos se llevó a cabo la velada desde las 21 horas, donde se dio cita la gente y los pastores vestidos de azul y rosa con sus luminosos sombreros elevaron plegarias y cánticos al niño recién nacido.
Cuando los pastores van a descansar, los ‘rancheros’ con sus bastones y después de azotar sus ‘perras’ con las diferentes tentaciones que se atraviesan por el lugar como la lujuria, la avaricia, la gula y otros más que logran ahuyentar, aparecen los Chayacates.
Estos cuatro ermitaños con sus largas cabelleras y máscaras buscan acercarse al pesebre y robarse al niño Dios.
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