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CIUDAD DE MÉXICO, 8 de enero de 2018.- La moda del gluten-free no tiene que ver con la salud universal, pues sólo 1 por ciento de la población mundial padece de celiaquía que no puede consumirlo, el resto de la gente sí.
La enfermedad celíaca es un desorden genético común.
La celiaquía no es una intolerancia alimentaria al gluten, la proteína de cereales como el trigo y sus productos derivados como el pan.
Está catalogada como enfermedad sistémica autoinmune que se manifiesta de distintas formas en varios órganos pero ataca primariamente al aparato digestivo en personas que están genéticamente predispuestas.
Al ingerir gluten, el sistema inmunológico de la persona celíaca inicia un fuerte ataque a las vellosidades del intestino delgado, haciéndolo más vulnerable a infecciones, el desarrollo de alergias alimentarias y el comienzo de otras condiciones autoinmunes como diabetes mellitus tipo 1, lupus, Hashimoto (tiroides), vitíligo y artritis reumatoide.
Esto quiere decir que es frecuente que un celíaco padezca otras enfermedades autoinmunes.
La característica principal de la celiaquía es que el consumo del gluten provoca un daño a las mucosas del intestino delgado y disminuye notablemente su capacidad de absorber los nutrientes esenciales; por lo que la deficiencia de varias vitaminas y minerales es una situación común entre los celíacos y una posible causa raíz de otra serie de padecimientos.
De acuerdo con en el Centro de Enfermedad Celíaca de la Universidad de Chicago, si la celiaquía no se trata a tiempo ésta puede ocasionar anemia, osteoporosis, infertilidad, condiciones neurológicas y en raras ocasiones hasta cáncer.
Los síntomas varían desde diarreas y dolor abdominal constante hasta dolor de articulaciones, caída del cabello y depresión. Como existe un factor genético se recomienda realizar una biopsia intestinal cuando ya hay un familiar diagnosticado con celiaquía o cuando la persona padece cualquier otra condición autoinmune.
Es importante consultar a un médico y no retirar el pan o grupos completos de alimentos como los cereales de la dieta diaria puesto que esto puede enmascarar los síntomas y alterar el diagnóstico.
Razones por las que no debes dejar el gluten si no eres celíaco: Un artículo publicado en la revista Journal of Pediatrics indica que existen cosas que debes considerar antes de unirte a la moda gluten-free:
Una dieta sin gluten es más cara por lo que puede afectar el presupuesto para las compras.
Los alimentos procesados sin gluten frecuentemente contienen más azúcar y grasa que los productos regulares. Lo cual se puede traducir en alimentos con más calorías y menos nutrientes.
Una estricta dieta gluten-free incrementa la exposición de la persona a ciertas toxinas y disminuye su ingesta de hierro y vitaminas del complejo B.
Al eliminar el gluten de la dieta se corre el riesgo de ocasionar deficiencias nutricionales. Los nutrientes claves que aportan los cereales de grano entero tales como el trigo, el centeno y el maíz son hierro, calcio, fibra, tiamina, riboflavina, niacina y folato (ácido fólico).
Eliminar el pan, pasta y otros alimentos que contiene gluten de la dieta no garantiza que se baje de peso, según lo señala un estudio publicado en New England Journal of Medicine.