Mujeres mexicanas memorables (6)
Procu capitalina, fabricante de culpables
“Es un judío hereje, llevádle a la hoguera”, decretaba Tomás de Torquemada, el inquisidor de España, durante el periodo de gloria de los reyes católicos, en contra de aquellos que eran condenados a esa horrible muerte, después de ser acusados como enemigos de la Iglesia.
La mayor parte de las veces no existían pruebas de que se tratara de personas que, en el peor de los casos, pudieran ser enemigos del clero católico. Bastaba una presunción, una denuncia anónima, una sospecha, para que los acusados fueran apresados y finalmente asesinados.
La incriminación sin pruebas, como en aquellas épocas oscuras, no era una práctica sólo de la Edad Media. Siempre ha existido en todo el mundo y en diferentes épocas. México y su capital son ejemplos indignos de ello.
En una época, en la que la inseguridad pública ha rebasado todos los límites conocidos y ha sometido al gobierno de Miguel Ángel Mancera, la invención de culpables resulta una práctica cotidiana, atroz y descarada.
El más reciente caso es el del actor Axel Arenas, acusado sin pruebas de haber asesinado a la argentina Karen Alién el 27 de diciembre pasado en un hotel de paso de Avenida Revolución de la ciudad de México.
La defensa del actor comprobó que Axel ni siquiera se encontraba en México, pues viajó a Colombia del 25 al 31 de diciembre, para lo cual mostró al juez el pasaporte, visa de ese país, sellos de Migración, compra de papel moneda de Colombia, boletos de avión y videos de restaurantes de la ciudad de Medellín, a la que viajó el inculpado.
Sin embargo, por consigna, el ministerio público insistió en el caso, a pesar de que no había pruebas de su presunta responsabilidad. Finalmente, después de 6 días de permanecer en el reclusorio, un juez determinó dejarlo en libertad.
A pesar de que las evidencias de le defensa demostraron que el actor se encontraba fuera de México, el procurador capitalino, Edmundo Garrido Osorio, y el propio Jefe de Gobierno de la CDMX señalaron con palabras que suenan a cinismo, que había pruebas contundentes en contra del imputado. ¿Se le puede llamar pruebas a datos falsos? ¡Por supuesto que no!
La procuraduría capitalina conocía de las pruebas comprobables de la defensa que confirmaban que el actor viajó fuera del país y, por tanto, no podía ser autor del homicidio. Aun así determinó continuar con sus acusaciones ante el juez.
Una vez de que fue decretada la libertad del actor por el juez, lo peor del asunto es que Karen Alién fue sepultada y con eso se perdieron huellas valiosas que pueden dar luz sobre la verdadera identidad de su asesino, que desde hace muchos días ya debe estar bien escondido.
Invención de ‘culpables’
La primera vez que la agente federal Lorena González Hernández se enteró que era secuestradora fue por la televisión y empezó a llorar, no podía creer lo que estaba viendo.
Lorena fue acusada por un escolta del niño Fernando Martí, asesinado por delincuentes, de ser la persona que lideraba la banda que trataba de secuestrar al menor, hijo del empresario Alejandro Martí
El caso de ella es quizá uno de los casos más emblemáticos de personas inocentes que fueron acusadas de un delito, a pesar de que no había pruebas suficientes para ello. Son muchos los casos de este tipo en lo que constituye una larga cadena de abusos.
El periodista y escritor Martín Moreno ha denunciado, en su libro Abuso del Poder en México y en sus comentarios periodísticos, esta práctica sistemática cometida por el gobierno de Miguel Ángel Mancera, incluso en el tiempo que él mismo era procurador capitalino.
En su columna del diario digital Sin Embargo, publicada el 22 de julio de 2015, Martín Moreno señalaba al respecto: ¿Cómo implicaron a Lorena?
Mediante una llamada anónima, según la procuraduría.
¿Quién la señaló como responsable?
Christian Salmones, el escolta de Fernando, quien durante su primera declaración ministerial aseguró, textual “…que no podría realizar retrato hablado de la mujer que nos indicó el alto en el retén…”. (Página 34 del libro Abuso del poder en México. Cap. Mancera: el fabricante de culpables. Edit. Aguilar/Santillana. Martín Moreno).
Sin embargo, de manera más que sorpresiva – y sospechosa–, Salmones ‘reconoció’ días después, el 3 de septiembre de 2008, a Lorena González como la mujer que, según él, marcó el alto al automóvil donde viajaban Fernando Martí, el chofer Jorge Palma (muerto por los secuestradores durante el cautiverio) y el propio Salmones.
La pesadilla de Lorena –apodada de forma grotesca y humillante por la PGJDF como ‘La Lore’, y exhibida a los ojos de todos como secuestradora de Fernando Martí–, apenas iniciaba.
De nada sirvió que el 23 de septiembre del 2009, agentes federales aprehendieran a Abel Silva Petriciolet, El Di Caprio, líder de la banda de Los Petriciolet, y que confesara el secuestro y muerte de Fernando Martí. “No conozco ni al Apá ni a Lorena”, dijo. ¿Quién le realizó el alto (al automóvil de Martí, pregunta un agente) “Una mujer llamada La Güera, de uno ochenta de estatura, de conflexión (sic) mediana, con la cara llena de barros o cacariza y el cabello largo…”.
(Lorena González mide 1.60 metros, es morena y su rostro no está cacarizo).
De nada sirvió tampoco que el 16 de abril del 2010, se presentara ante los medios a María Elena Ontiveros, La Güera – respondía a la descripción física que había hecho de ella Silva Petriciolet–, y que, además de reconocer su participación en el retén de CU para plagiar al adolescente, señalara: “Me hubiera gustado poder decir que no era ella (Lorena), pero tenía miedo…que me perdone por no haberlo hecho….
«Los secuestradores de Martí, confesos.
«Los responsables, en prisión.
«Pero de nada le sirvió a Lorena”.
Finalmente, Lorena salió libre después de permanecer siete años en prisión ¡siete años de una vida que no se los paga nadie, porque son irrecuperables!
Martín Moreno agregaba: “El sello de fabricante de culpables que en la frente lleva Miguel Ángel Mancera, no sólo es por el caso de Lorena. ¡Por supuesto que no! Hay muchos otros.
Allí está el caso de Carlos Cázares, Charly, gerente del Bar-Bar, acusado en falso de haber sido copartícipe en la agresión al futbolista Salvador Cabañas, y que tuvo que pasar un año en prisión.
Allí está Mariel Solís, a quien la PGJDF de Mancera, acusó y detuvo con la ‘prueba’ de un video, por haber participado en el asalto y homicidio del catedrático de la UNAM, Salvador Rodríguez. Fue un error garrafal y se tuvo que ofrecer una disculpa pública.
Y allí está el caso de Alfredo Mauricio Marichal –primo del cantante Kalimba–, acusado de haber asesinado a su tía, la actriz Julia Marichal. Justo cuando iba a ser enviado a prisión, fueron detenidos los verdaderos responsables del crimen. De lo contrario, habría corrido la misma suerte de Lorena.
Lo dicho Miguel Ángel Mancera, un fabricante de culpables”.
En el caso de Axel estuvo a punto de consumarse otro caso de abuso de poder por parte del gobierno capitalino, que trata de demostrar su ‘eficiencia’, metiendo a la cárcel a quien sea, cuando en realidad ya fue vencida por los delincuentes. Eso es comprobable en las calles diariamente.