Presenta Ramírez de la O presupuesto de egresos; van 6.5 billones a metas
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de enero 2018.- Bien dicen que las artesanías pertenecen a un mundo anterior a la separación entre lo útil y lo hermoso, donde el arte reúne la utilidad, tradición y belleza. Según Octavio Paz, las artesanías dan lecciones de sociabilidad, sensibilidad y fantasía.
Lamentablemente, la economía de al menos 170 comunidades indígenas de Michoacán que dependen directamente de las artesanías, se encuentra suspendida. Aproximadamente 12 mil familias han vivido de la manufactura típica durante tres generaciones y hoy ha comenzado a abandonar la actividad ante la baja venta de sus productos.
Paradójicamente, la escasa comercialización que se registra en las artesanías del estado no se debe a la falta de demanda o interés del turismo, sino a la presencia de productos piratas de origen chino, que están causando una competencia desleal, al ingresar al país en forma de contrabando.
Las artesanías chinas que se comercializan en Michoacán y en todo México, simulando ser productos de manufactura local, copiados fielmente de nuestras tradiciones, entran al país de forma ilegal.
Mientras tanto, para la mayoría de los artesanos el ingreso económico por la venta de sus productos ha disminuido hasta un 80 por ciento, dado que en muchos de los locales comerciales de mercados y centros artesanales de las principales ciudades se ha optado por comercializar los productos de origen chino, los que se ofrecen a un precio más bajo.
Un claro ejemplo de este escenario lo vemos en Paracho, en donde los artesanos michoacanos han elaborado por décadas guitarras de la más alta calidad.
En la actualidad, los chinos han invadido el mercado con guitarras piratas, idénticas en forma, pero no de la misma calidad que los instrumentos michoacanos. Se estima que debido a esto, la producción y venta de los instrumentos musicales ha caído casi un 70 por ciento.
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