Transparencia, el reto de la transición al Inegi y la reforma necesaria
MORELIA, Mich., 26 de enero de 2018.- Sergio Gallegos Castorena no es un médico convencional y lo ha sabido demostrar desde hace 29 años, cuando decidió cambiar una bata blanca por un disfraz de superhéroe para dar consulta a niños con cáncer en el Hospital Infantil, Dr. Juan I. Menchaca, de Guadalajara, Jalisco.
Desde entonces utiliza el humor como una de las armas más importantes para distanciar a los pequeños pacientes, y a los familiares de estos, del sufrimiento que genera el cáncer, ofreciéndoles una esperanza de vida.
“A veces hay que hacer trucos para tener esperanza y el sufrimiento quede a un lado”, compartió. Para el oncólogo pediatra, el cáncer ataca a toda la familia, y más cuando se trata de un niño.
“Llevan una rutina muy pesada: consultas semanales y tratamientos que pueden llegar hasta los tres años”, dijo durante una conferencia de prensa que ofreció este viernes en Morelia, previo a su charla: Todos podemos ser héroes. Como sobreviviente de cáncer, supo que el humor hace que los pacientes se olviden del malestar que genera este padecimiento.
Fue entonces que decidió estudiar medicina y especializarse en Oncología Pediátrica, hecho que empezó a combinar con disfraces de payaso, Rey Mago y después de superhéroe, logrando hasta el momento disfrazarse de 52 distintos personas.
Confiesa que a raíz de esta experiencia, los niños le han tocado el corazón. “Querían ir al hospital y todo lo que pasaba era secundario porque la curiosidad era saber cómo iba a ir disfrazado en la siguiente consulta”.
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