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CIUDAD DE MÉXICO, 9 de febrero de 2018.- Antes de la llegada de Teoberto Maler a nuestro país, ya existía una larga tradición de viajeros como Claude Desiré o Patrick Walker que documentaron nuestras zonas arqueológicas, sin embargo, el trabajo de Maler, fotógrafo nacido en 1842 en Roma, Italia, se centró en la cultura maya en parte de México y Guatemala.
Hasta el 26 de febrero continuará la exposición Teoberto Maler en tierras mayas. Lente y brújula, que se presenta en el Museo Nacional de Antropología con medio centenar de piezas que muestran los recorridos de este artista y explorador por zonas donde logró captar la integración de la naturaleza a las zonas arqueológicas que hoy todos visitan.
Durante el recorrido por esta muestra, añadió la Secretaría de Cultura en un comunicado, se puede encontrar sorpresas, como la imagen del Templo de Tikal, envuelto en la maleza de la selva, captada en 1895, mientras un niño aguarda sentado en una cerca; así como el Edificio de las pilastras, de Aké, Yucatán, fotografiado en 1895 y donde se pueden ver sus hileras de columnas entre altos pastizales.
En sus fotografías, Maler estaba interesado no sólo en retratar la arquitectura sino a los habitantes de las comunidades cercanas a las zonas arqueológicas, muestra de ello es la foto del Edificio de los diamantes, de Kiuic, Yucatán, México, captada en 1888 y donde aparece en la entrada uno de los ancianos de los pueblos cercanos.
Otra foto que da cuenta del estado de las estructuras arqueológicas en el siglo 19 es la que el fotógrafo captó en la zona de El Tabasqueño, en Campeche, donde aparece en 1887 la denominada Estructura I con plantas que crecieron en su parte superior y otras que rodean sus cimientos.
Maler, conocido defensor del patrimonio, dedicó también sus viajes a documentar algunas piezas fracturadas en las zonas arqueológicas como las dos estelas de la zona de Xcoralché, en Yucatán, así como las piezas de vasijas, jarras y figuras mayas de los mismos sitios.
La muestra culmina con otras imágenes de gran interés como el Edificio de las Columnas Esculpidas de Xculoc y del templo del Dios recostado, en Chichen Itzá.