Escenario político
El salario mínimo que causa estrés laboral en México
**Lourdes Sierra Arenas
¿Tu trabajo te está costando la salud?, cuestiona el encabezado del portal del IMSS referente al “estrés laboral” que, de acuerdo a organizaciones psiquiátricas, se estima enfrentan el 40 % de los trabajadores del país. Su repercusión en la productividad y la salud mental, se traduce en costos que si bien motivaron impulsar una nueva cultura laboral con una norma oficial mexicana por la Secretaria del Trabajo y Previsión Social (STPS), habrá que ver si su titular Roberto Campa Cifrián, está dispuesto a incluir como medida de solución al problema, las mejoras salariales.
De acuerdo al análisis ”Prevención del Suicidio un Instrumento en el Trabajo”, realizado por el Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el bajo salario que conduce a sobre tiempo y trabajo a destajo; exigencias extremas del ambiente (largas horas de actividad, falta de autonomía, mucha responsabilidad, compromiso fuerte, peligro, eventos traumáticos); condiciones deficientes y factores de estrés físicos (ruido, iluminación deficiente, falta de espacio, temperaturas extremas, ergonomía deficiente, peligros químicos, falta de acceso a programas de salud para el empleado); tareas monótonas o repetitivas o sub-utilización de habilidades; culturas organizacionales que promueven el estigma y la discriminación hacia las personas con problemas de salud mental, son factores ambientales que pueden desencadenar reacciones de estrés y contribuir a una salud mental deficiente.
Otros que también contribuyen al problema son el cambio organizacional asociado con reducción de personal, externalización, expansión rápida o reestructuración del trabajo (incluyendo ascensos, descensos y transiciones de puestos); e incertidumbre o falta de control sobre las tareas del trabajo (roles mal definidos, falta de prioridades claras, inseguridad laboral, restricción de perspectivas que estimulan sentimientos frustrados).
Aunque dicho análisis se efectuó en el 2006, en el 2018 en México esos indicadores se manifiestan en el ámbito laboral con sus impactos en el comportamiento y síntomas en las personas, tal y como lo refiere el IMSS, que dirige Tuffic Miguel Ortega. Identifica al estrés laboral como la “creciente presión en el entorno laboral puede provocar la saturación física y /o mental del trabajador, generando diversas consecuencias que no sólo afectan la salud, sino también su entorno más próximo ya que genera un desequilibrio entre lo laboral y lo personal”
Sus síntomas en la perspectiva emocional se reflejan por ansiedad, miedo, irritabilidad, mal humor, frustración, agotamiento, impotencia, inseguridad, desmotivación intolerancia. En el conductual, se refleja por disminución de la productividad, cometer errores, reportarse enfermo, dificultades en el habla, risa nerviosa, trato brusco en las relaciones sociales, llanto, apretar las mandíbulas, aumento en el consumo del tabaco, consumo de alcohol y otras sustancias.
La manifestación cognitiva: dificultad de concentración, confusión, olvidos, pensamiento menos efectivo, reducción de la capacidad de solución de problemas y de aprendizaje. El indicador fisiológico: músculos contraídos, dolor de cabeza, problemas de espalda o cuello, malestar estomacal, fatiga infecciones, palpitaciones, respiración agitada, aumento de la presión sanguínea, agotamiento, mayor riesgo de obesidad, problemas cardiovasculares, deterioro de la memoria y problemas de sueño.
El que el 40 % de los trabajadores del país presenten esos síntomas si ya es un problema serio, como tan seria es la necesidad de los mexicanos de trabajar para un sustento diario en una política de bajos salarios: 3.6 millones de nuevos empleos de los cuales el 21.7 % gana de entre uno y dos salarios mínimos.
En la Secretaría del Trabajo se promovió la creación de la NOM-035-STPS-2016 relativa a los factores de riesgo psicosocial en el ámbito laboral, que habrán de implementar los empresarios en sus áreas de trabajo para abatir y prevenir este problema. Pero es incuestionable que las mejoras salariales y los empleos bien remunerados en mucho contribuirán a bajar la tensión entre los trabajadores quienes ahora trabajan a “destajo” y con mayores horas para mejorar el ingreso. ¿Será un tema que sí decidirá resolver Cifrián en los últimos meses de esta administración? Los canadienses y estadunidenses siguen cuestionando esta política laboral en las negociaciones del TLCAN
El problema del estrés laboral ya está presente y sus consecuencias de largo plazo, como lo indica el IMSS, son reducción de productividad, descenso en la calidad de vida, problemas de salud física y/o mental (enfermedades), familiares, trastornos de depresión y ansiedad, riesgos de alcoholismo y otras adicciones. El asunto, no es para menos. Hay que pugnar por la salud!
**Consultora en comunicación y fans del desarrollo humano.