Poder y dinero
Esos gerundios
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Una noche, cuatro estudiantes universitarios estando hasta tarde, para festejar y divertirse, no prestaron atención a la prueba que tuvieron para el día siguiente, no estudiando. Por la mañana, urdiendo un plan para no tomar la prueba, cubriendo sus ropas con tierra y grasa y fueron a la oficina del decano. Una vez allí, dijeron que habiendo asistido a una boda la noche anterior, en el camino de regreso se ponchó una llanta al coche en que viajaban, empujando el auto de vuelta al campus. El decano escuchando su historia de dolor, les ofreció una nueva prueba tres días después.
Agradeciendo aceptaron su oferta. Cuando llegó el día de la prueba, viendo al respetable, le informaron estar listos. Poniendo a todos en habitaciones separadas para la prueba. Les parecía bien ya que todos habiendo estudiado mucho pasarían la prueba. Viendo luego que la prueba solo tenía dos preguntas: 1. Tu nombre (1 punto) 2. ¿Qué neumático se pinchó? (99 puntos).
Por eso siempre sé responsable tomando decisiones sabias. Y no colmes tus narraciones o escritos de gerundios. Como éste, mal ejemplo. Siempre hemos afirmado que el gerundio destruye la prosa. Salvo cundo se utiliza con inteligencia, como el siguiente ejemplo del poeta Lope de Vega: “¿Cómo compones? Leyendo. Y lo que leo, imitando. Y lo que imito escribiendo.Y lo que escribo borrando. Y lo borrado, escogiendo.”