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CIUDAD DE MÉXICO, 22 de marzo de 2018.- Acusado de forzar a su concubina a ejercer el sexo-servicio durante dos años y posteriormente a pedir limosna para sostener su alcoholismo, un hombre de 37 años de edad fue vinculado a proceso por los delitos de trata de personas por explotación sexual y mendicidad obligada.
En conferencia de prensa, la fiscal central de Investigación para la Atención del Delito de Trata de Personas, Juana Camila Bautista, añadió que de acuerdo con los datos asentados en el expediente, la víctima, originaria de Oaxaca, llegó a la Ciudad de México en 2012, para trabajar en un local comercial, donde conoció al imputado con quien en noviembre de ese año, se fue a vivir.
Detalló que al transcurrir el tiempo, la relación de la pareja se volvió violenta, toda vez que comenzó a golpearla e insultarla, situación que empeoraba cuando el inculpado ingería bebidas alcohólicas, pues también agredía a la hija de ambos.
A partir del 27 de agosto, continuó, el indiciado obligó a la mujer a prostituirse durante dos años en su domicilio y en algún hotel, donde él también participaba en los actos sexuales, en la toma de fotografías y videos con los clientes, cuyos cobros destinaba a la compra de alcohol.
Bautista Rebollar manifestó que posterior a esa fecha, la ofendida encontró un trabajo y el salario que obtenía lo destinaba para su manutención, así como para adquirir las bebidas embriagantes de su pareja sentimental hasta que tuvo un accidente del cual resultó lesionada, por lo que estuvo incapacitada durante un tiempo con un collarín y un cabestrillo.
Tras recuperarse, el hombre la obligó con agresiones a salirse de trabajar y la chantajeó con enseñarle las fotos a los familiares de la víctima si no se hacía pasar como lesionada para dedicarse a pedir limosna y para ello debía usar el collarín y el cabestrillo.
La fiscal informó que la mujer comenzó a realizar actos de mendicidad puerta por puerta en su colonia y posteriormente, la llevó a los mercados, a los tianguis, a los paraderos de autobuses y estaciones del Metro, siempre vigilada por el imputado, quien se mantenía a unos metros de distancia de ella para quitarle el dinero que recibía.
Fue hasta el 22 de febrero cuando la víctima, al encontrarse en el paradero de la estación Pantitlán del Metro solicitó ayuda a unos policías preventivos, quienes la trasladaron ante el agente del Ministerio Público para que iniciara su denuncia.
Tras integrar el expediente, el representante social de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Trata de Personas solicitó al juez de control obsequiara una orden de aprehensión contra el inculpado, la cual se dio por ejecutada el 17 de marzo pasado, cuando se celebró la audiencia de cumplimiento, en la que se le fijó prisión preventiva oficiosa, por lo que fue ingresado al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente.
De ser declarado culpable, el imputado podría alcanzar una sanción de hasta 40 años en prisión, puntualizó la fiscal.