Poder y dinero
El viejo sabio
Don Armando, omito su apellido, nos pregunta:
“No cree usted que el gobierno de México, lejos de criticar a regímenes extranjeros, concretamente al de Venezuela, debería preocuparse por enmendar al nuestro?
Coincidimos con usted, ciento por ciento. Se olvidan en los pinos y en Relaciones Exteriores de la Doctrina Estrada.
Mejor hablemos del viejo sabio.
La siguiente historia nos muestra que se necesita un poco de sabiduría para poder vivir completamente felices.
Por eso el título.
Un hombre de 92 años, bajito, y muy bien presentado, se traslada a un hogar de viejos.
Su esposa de 70 años murió recientemente, y él se vio obligado a dejar su hogar.
Después de esperar varias horas en el vestíbulo de la casa de retiro, el hombre sonríe suavemente mientras alguien le informa que su habitación está lista.
Mientras camina lentamente hacia el elevador, con la ayuda su bastón, la persona que lo acompaña le describe su pequeña habitación.
«Me gusta mucho», dice con el entusiasmo de un niño de 8 años de edad que acaba de recibir un lindo cachorro.
«Señor, pero si ni siquiera ha visto la habitación. Espere, en un momento estaremos allí»
«Eso no tiene nada que ver», responde.
«La felicidad es algo que yo elijo por adelantado, sin importar si me gusta o no. El ambiente no depende del mobiliario o la decoración, sino de cómo yo decido verlo…»
«Ya decidí en mi mente que me gusta mi habitación. Es una decisión que tomo cada mañana cuando me despierto».
«Yo puedo elegir. Puedo pasar mi día en cama con todas las dificultades que tengo en mi cuerpo que ya no funciona muy bien.
O puedo levantarme y dar las gracias al cielo por aquellas partes que todavía trabajan en orden.
«Cada día es un regalo, y siempre que tenga la oportunidad de abrir mis ojos, me centraré en el nuevo día, y en todos los recuerdos felices que he construido durante ella».
«La vejez es como una cuenta bancaria. Uno retira en la vida posterior lo que ha depositado en el camino.»
Por un momento, pensé en las palabras del viejo hombre, y todo tenía sentido…
Nos hizo darme cuenta de que en la vida tenemos que depositar toda la felicidad que podamos en nuestra cuenta bancaria de recuerdos. De esta manera, siempre tendremos un tesoro que apreciar.
Me gustaría darte las gracias por llenar mi cuenta bancaria con recuerdos felices, que yo todavía lleno.
Y les recuerdo que para vivir una vida feliz tienes que liberar tu corazón del odio, y tu mente de preocupaciones. Vive simple, da más y espera menos.
Eso es lo que el viejo sabio dice. Y que compartimos, también con nostalgia y alegría