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CIUDAD DE MÉXICO, 4 de junio de 2018.- Ante la onda de calor registrada de los últimos días en el país, la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) realiza estudios correlacionando la tasa de mortalidad con las altas temperaturas y alerta en Megalópolis como la Ciudad de México donde se suma lo que se conoce como las ‘islas de calor’.
“Al ser un lugar donde se consume mucha energía, además si está circulando por una avenida en la que los automóviles están generando mayor calor —como en Tacubaya— pueden decir que están en 33 grados centígrados pero se percibe más alta si hay un embotellamiento vial”, explica el doctor Polioptro F. Martínez Austria, profesor titular de la institución y director de la Cátedra Unesco en Riesgos Hidrometeorológicos.
En entrevista con Quadratín México, el especialista en cambio climático atribuye a esta variación global del clima del planeta la onda de calor que todavía se alargó este lunes en muchos lugares del país.
Debido a la intensidad de la temperatura máxima y la duración de varios días, el ex Vicepresidente del Programa Hidrológico Internacional de la Unesco, con sede en París, Francia, en los periodos 2010-2013, expone que empieza a haber fatiga corporal. “El cuerpo empieza a no reaccionar de manera adecuada y se incrementa la posibilidad de que haya mayor morbilidad y mortalidad”, advierte.
“No son fenómenos a los que simplemente debamos prestarle atención como una especie de anécdotas, son graves”, subraya en conversación telefónica, alertando más en zonas de México que tienen los mayores riesgos probados como Noroeste: Mexicali, Baja California; Hermosillo, Sonora; Culiacán, Sinaloa; y en en el Golfo como Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Tabasco.
En el Sureste, particularmente abunda que durante una onda de calor en esta región se combina con humedades muy altas, donde una temperatura de 33.7 grados centígrados pareciera no ser muy alta, pero con una humedad del 60 por ciento puede percibirse nueve grados más llegando a 43 grados.
De una temperatura 10 por ciento arriba de las máximas registradas, el experto en cambio climático asocia a diferentes problemas de salud, de los cuales señala que existen dos grupos vulnerables: por sus condiciones intrínsecas de salud o de edad, y por su actividad.
En el primer grupo se encuentran los niños y adultos mayores, de quienes su metabolismo no está plenamente desarrollado o no regula igual, respectivamente, así como quienes tienen enfermedades preexistentes como problemas pulmonares, pues a través de la respiración se regula una buena cantidad de la temperatura.
En este grupo, comenta a Quadratín México que se deben prestar atención a los animales, las mascotas de pelo largo que no están adaptadas a estos climas y las que son de mayor edad.
El otro grupo son las personas que trabajan al aire libre: jardineros, los de la industria de la construcción, taxistas. “Todas las personas que están expuestas al sol y a la temperatura por su ejercicio tiene que moderar su actividad al menos durante las horas de calor y tienen que vigilar su hidratación”, aconseja.
Durante una onda de calor, el doctor Polioptro F. Martínez sugiere a no esperarse a tener sed, pues para entonces ya empezó la deshidratación. Los que hacen actividad física al aire libre deben tener cuidado en hacer ejercicio y más aun durante las horas con más altas temperaturas, porque se aumenta la temperatura del cuerpo y se puede perder la termo regulación.
Durante 2015, en la onda de calor que afectó en Francia murieron más de tres mil 200 personas asociadas al calor, y ha habido otras más graves como en 2003 en Europa donde murieron 15 mil personas asociadas al calor extremo.