Eliminar autónomos, un autoengaño/Bryan LeBarón
El final está cerca y poco, muy poco, se podrá guardar en el baúl de los recuerdos de este 21 Campeonato Mundial de Futbol, Rusia 2018.
Parar muchos, quienes hicieron el viaje desde América, pagando boletos muy caros, subiendo y bajando de aviones, durmiendo en aeropuertos para tomar las conexiones, futbolísticamente no disfrutaron nada o casi nada.
Algunos partidos, por la pasión de ver a su selección nacional sobre la cancha, vestir la camiseta de sus respectivas federaciones, ojo mucho ojo porque no es lo nacional, gritar con orgullo el nombre de su país en las tribuna, o sandeces con un vaso de cerveza en la mano para desahogar su frustración o enojo por la derrota o la eliminación, como sucede siempre, arrepentidos de la gran inversión hecha.
Al menos eso se vive en lo que a México le corresponde, pero hubo otros seleccionados latinos que vivieron el mismo drama, como la gente de Perú, Panamá, Costa Rica, Argentina, Colombia , Brasil y Uruguay, que retornaron con las maletas llenas de desilusiones, reconociendo que hoy por hoy, los europeos posen un mejor fútbol en la actualidad.
Pocos juegos agradaron
Si repasamos los 60 partidos efectuados hasta este día, pocos agradaron a la tribuna por la calidad desplegada en el tapete verde.
En mi baúl quedará, por ejemplo, el de Portugal contra España; Croacia frente a Argentina; o el de Bélgica frente a Inglaterra (este sábado se efectúa la repetición, disputando el tercer y cuarto lugar), o el de Croacia ante los ingleses y otros cuyo dramatismo fue por la anotación del empate o la victoria, en tiempo de compensación.
Otros partidos se desarrollaron con el equipo ‘más débil’ defendiéndose a ultranza para evitar la humillación del poderío del rival, como vi a Costa Rica frente a Brasil, que sufrió para abrir la defensiva tica hasta los últimos minutos
Quizá los turistas que hicieron el viaje y saben pasear, disfrutaron otros aspectos muy interesantes que mostró Rusia al abrir sus puertas como fueron tantos y tantos monumentos históricos. La imponente Plaza Roja, el Kremlin, su arquitectura con muchos edificios y lugares llenos de historia, la calidez y amabilidad de su gente, su tren subterráneo, pulcro y con estaciones que cada una párese un museo, en fin, aún agasajo para el turismo.
Difícil entregar el Balón de Oro
Y regresando a las canchas y los recuerdos para guardar, a un no tengo a bien quién podría ser el candidato para entregarle el Balón de Oro de este Mundial de Rusia 2018, porque tampoco hay muchos candidatos que sobresalgan de entre ellos.
Quizá habrá que esperar a la final del domingo entre Francia y Croacia para definirlo, una vez que se fueron por la puerta de atrás Messi y Ronaldo.
Su sucesor debe salir de las figuras que integran las escuadras de Francia y Croacia, de donde si hay una media docena de extraordinaria futbolistas con un futuro muy alargador.