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CIUDAD DE MÉXICO, 12 de agosto de 2018.- Para los jóvenes mexicanos siguen siendo una piedra en el zapato la falta de educación media o superior, y adentrarse como parte de la fuerza laboral del país. Al menos así lo indican las cifras que refiere el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) a propósito del Día Internacional de la Juventud.
Durante el primer trimestre de este año 2018, de la Población Económicamente Activa (PEA), los jóvenes de 15 a 29 años presentan una tasa de desocupación de 5.8 por ciento; casi el doble de la tasa de desocupación a nivel nacional (3.1 por ciento).
En México, resultados del primer trimestre de 2018 de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) muestran que, al primer trimestre de 2018, 65.2 por ciento de la población joven de 15 a 29 años no económicamente activa son mujeres, y de ellas, 54.4 por ciento tiene entre 15 y 19 años.
En 2015, datos de la Encuesta Intercensal muestran que 46.5 por ciento de los jóvenes entre 25 y 29 años de edad cuentan con secundaria o incluso un nivel de escolaridad menor.
A partir del 2000, se inició la celebración del Día Internacional de la Juventud, y se declaró el 12 de agosto como fecha conmemorativa por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Esta conmemoración brinda la oportunidad de centrar la atención en los problemas que se relacionan con la población joven y su situación en el mercado laboral, las condiciones de su inserción, la calidad que mantienen en sus empleos, así como una descripción del nivel de ocupación, desocupación y subocupación para este grupo de la población.
Por lo anterior, el INEGI presenta información acerca de la población joven de 15 a 29 años de edad residente en el país y sus características generales en materia educativa y laboral.
La relevancia de la población joven dentro del contexto nacional radica no solamente en su importancia numérica, sino principalmente por el desafío que significa para la sociedad garantizar la satisfacción de sus necesidades y demandas, así como el pleno desarrollo de sus capacidades y potencialidades particulares.
De acuerdo con información de la Encuesta Intercensal 2015, el monto de la población joven de 15 a 29 años de edad ascendió a 30.6 millones, que representan 25.7% de la población a nivel nacional, de la cual 50.9% son mujeres y 49.1% son hombres.
En cuanto a su estructura por edad, 35.1% son adolescentes de 15 a 19 años, 34.8% son jóvenes de 20 a 24 años y 30.1% tienen de 25 a 29 años de edad.
¿Qué onda con la educación?
La educación formal, dentro del Sistema Educativo Nacional, ofrece a los adolescentes y jóvenes los conocimientos, habilidades y oportunidades para enfrentar de una mejor manera su vida y la realidad que los circunda, pero también ocupa un lugar central en la socialización e integración de la población.
En ese sentido, la condición de asistencia escolar en los jóvenes de 15 a 29 años proporciona información relevante para conocer el estatus de este segmento de población.
Datos de la Encuesta Intercensal 2015 muestran que 66.8% de los jóvenes de 15 a 29 años no asiste a la escuela.
Esta variable presenta un comportamiento diferenciado según la edad, pues un gran porcentaje de adolescentes de 15 a 19 años asiste a la escuela (62.4%), con respecto de los que no asisten (37.3 por ciento).
En contraste, la asistencia escolar en los jóvenes de 20 a 24 representa 25.5% del total y para el grupo de 25 a 29, asisten 7.1 por ciento.
Este comportamiento puede ser explicado como la prioridad de un joven en lograr una meta educativa o la incorporación al mercado laboral, inclusive la combinación de ambas condiciones.
La no asistencia escolar de la población joven y adolescente también presenta un comportamiento diferenciado cuando se analiza por entidad federativa según grupo de edad.
Para el grupo de 15 a 19 años en algunas entidades como Michoacán de Ocampo (46.6%), Chiapas (45.9%), Guanajuato (45.3%) presentan las mayores proporciones de población adolescente que no asiste a la escuela.
En tanto que Chiapas (82.6%), Guerrero (80.8%), Guanajuato (80.2%) y Quintana Roo (80.2%) presentan los porcentajes de no asistencia escolar para la población joven de 20 a 24 años más altos del país.
En lo concerniente al nivel de escolaridad de los jóvenes de 15 a 29 años, 32.9% cuentan con educación media superior, mientras que 19.4% cuentan con educación superior.
Respecto de los adolescentes de 15 a 19 años, 52.8% reportan escolaridad de nivel básico: 9% con primaria (6.7% completa y 2.3% incompleta), mientras que el 43.7% tienen al menos un grado de secundaria.
Los esfuerzos por disminuir el rezago educativo son perceptibles, aunado al deseo de un mayor nivel escolar o al logro de una meta educativa ya que en jóvenes de 20 a 24 años, el porcentaje con educación superior es de 27.5% y para el grupo de 25 a 29 años, es de 27.8 por ciento.
Sin embargo, sobresale que para este último grupo de edad el 46.5% cuentan con secundaria o un nivel de escolaridad menor, debido a que, a esta edad, la mayor parte de la población ha concluido su instrucción formal.
¿Y en el mercado laboral?
Una característica de los mercados de trabajo latinoamericanos es la persistencia de graves problemas de inserción laboral de personas jóvenes, con elevadas tasas de desempleo y la alta precariedad en el empleo juvenil.
En México, resultados del primer trimestre de 2018 de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) muestran que la tasa de desocupación de la PEA de 15 y más años, es de 3.2% a nivel nacional, es decir, 1.7 millones de personas, de los cuales 60.8% son hombres y 39.2% son mujeres.
Esta tasa es más elevada al referirnos a la población joven. El 5.8% de la PEA de 15 a 29 años, está desocupada. Destaca que la tasa más alta de desocupación en la población joven se presenta en el grupo de 20 a 24 años, con 6.7%; la tasa es 6.4% para el grupo de 15 a 19 años y 4.6% para el grupo de 25 a 29 años.
Otra característica del empleo en jóvenes es la alta proporción de ocupaciones informales que absorben a esta población activa.
Resultados del primer trimestre de 2018 de la ENOE señalan que, de los 15 millones de personas jóvenes ocupadas de 15 a 29 años, 59.5% (poco más de 8.9 millones) labora en el sector informal .
El trabajo informal en la población joven es predominantemente masculino. Seis de cada 10 ocupados informales (65.8%) son hombres, en tanto que 34.2% son mujeres.
Por grupos de edad, el trabajo informal predomina en la población más joven: 28.8% de las personas ocupadas en actividades informales tiene de 15 a 19 años, en tanto que solo 8 de cada 100 personas que se ocupan en el sector formal de la economía están en este rango.
También sobresale que una de cada dos personas jóvenes ocupadas en actividades formales (53.7%) tiene de 25 a 29 años, proporción mayor si nos referimos a las personas ocupadas informales, de las cuales 35.7% tiene este rango de edad.
Con respecto a la posición en el trabajo de las personas jóvenes de 15 a 29 años ocupadas en el sector informal, la mayor parte (71.7%) labora de manera subordinada y remunerada; 14% son trabajadores por cuenta propia; el grupo de trabajadores sin pago representa 13.2% y el resto son clasificados como empleadores (1.1 por ciento).
El sector de actividad que ocupa la mayor proporción de jóvenes empleados de manera informal es el de los servicios con 36.9% del total, seguido por el sector agropecuario, 19.5%; la industria manufacturera, 12.2% y de la construcción con 11.1 por ciento.
Entre la población joven ocupada informalmente en el sector servicios, 29% labora en servicios de hospedaje y preparación de alimentos y bebidas; 9.8% en transportes, correos y almacenamiento; 5.9% en servicios educativos; 5.8% en servicios de salud y asistencia social, así como 5.8% en servicios profesionales, científicos y técnicos y 5.5% en servicios de apoyo y manejo de desechos.
La vulnerabilidad de la población que se ocupa en un empleo informal se manifiesta de varias maneras. Una de ellas es la carencia de prestaciones laborales. Ocho de cada 10 personas jóvenes de 15 a 29 años (85.3%), no goza de este tipo de beneficios, en tanto que 13.7% goza de prestaciones laborales, excluyendo el acceso a servicios de salud.
En nivel de ingresos percibidos por su trabajo, es otra arista en la que se manifiesta la vulnerabilidad del trabajo informal. En ese sentido, la proporción de jóvenes de 15 a 29 años que se ocupan de manera informal y que no recibe remuneración por su trabajo es 13.7 por ciento.
Por su parte, de los 8.9 millones de personas jóvenes ocupadas informales el 78% percibe ingresos por su trabajo, de las cuales 30.8% reciben hasta un salario mínimo; casi una de cada dos (46.6%) recibe más de uno y hasta dos salarios mínimos; 15.1% recibe más de dos y hasta tres salarios mínimos y solo 7.4% percibe tres o más salarios mínimos.
Por sexo, la diferencia es más evidente ya que en lo que respecta a las mujeres de 15 a 29 años, 42.5% percibe menos de un salario mínimo, mientras que 24.8% de los hombres jóvenes perciben este nivel de ingreso mensual; asimismo 9% de los jóvenes ocupados informales, recibe más de tres salarios mínimos, proporción que en las mujeres jóvenes es de solo 4.4 por ciento.
La proporción de quienes laboran menos de 40 horas a la semana es mucho mayor en los ocupados informales (39.3%) con respecto a los ocupados formales (13.3 por ciento).
Por sexo destaca que una de cada dos mujeres jóvenes ocupadas informales (51.3%) cumplen jornadas de menos de 40 horas a la semana, proporción mayor al 37 por ciento en las ocupadas formales.
Para tener una comprensión general de la situación laboral de la población joven mexicana, es importante considerar también a quienes no se han insertado al mercado laboral, pero se encuentran en la búsqueda activa de empleo, denominados como desocupados.
Datos de la ENOE del primer trimestre de 2018, indican que de los 15.9 millones de personas jóvenes de 15 a 29 años que forman parte de la PEA, 921 000 (5.8 por ciento) buscan trabajo; de este total, 81.4% cuentan con experiencia laboral, mientras que 18.6% nunca han trabajado.
Por otro lado, la ENOE estimó que al primer trimestre de 2018 el monto de la población joven No Económicamente Activa es de 15 millones de jóvenes de 15 a 29 años. Este conjunto de población se caracteriza por ser mayormente mujeres: 65.2% por 34.8% hombres.
De las mujeres jóvenes no activas económicamente 61.5% asiste a la escuela y una de cada dos (54.4%) tiene entre 15 y 19 años. Lo anterior significa que de los 15 millones de personas jóvenes de 15 a 29 años que solo realizan actividades no económicas, 9.2 millones se mantiene dentro de Sistema Educativo Nacional y 5.8 millones no asiste a la escuela.
De los que ni estudian, ni trabajan
De las personas jóvenes no económicamente activas y que además no asisten a la escuela, sobresale que 86.5% (5 millones) son mujeres, en tanto que los hombres representan el 13.5 por ciento.
La mayor proporción de mujeres económicamente no activas y que no asisten a la escuela se concentra en el grupo de 25 a 29 años, 41.3%; en tanto que en los hombres se concentran en el grupo más joven, 43.5% tiene de 15 a 19 años.
Respecto de la composición de las personas jóvenes no económicamente activas y que no asisten a la escuela, la ENOE reporta que 62.8% (3.6 millones) se manifestó sin intenciones de incorporarse al mercado laboral debido a que tiene que atender otras obligaciones; 14.3% se dijo disponible para trabajar, pero no buscan empleo por considerar no tener oportunidades y 12.5% se manifestó con interés en trabajar, pero está bajo un contexto que le impide hacerlo.