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CIUDAD DE MÉXICO, 3 de septiembre de 2018.- A menos de tres meses de dejar su cargo constitucional al frente del Poder Ejecutivo Federal, el presidente Enrique Peña Nieto reconoció que no en todas las asignaturas alcanzó los objetivos propuestos, pero a la siguiente administración le entregará un país con importantes fortalezas, estabilidad política, social y económica.
Sin embargo, aseguró que siempre actuó para remover los obstáculos que habían impedido por largo tiempo un desarrollo pleno y ofrecer a cada mexicano nuevas oportunidades de realización.
En distintos momentos, refirió que fue necesario tomar decisiones difíciles para transformar al país y liberar su potencial, consciente de que este cambio afectó añejos privilegios, pero siempre estuvo dispuesto a asumir los costos y asimilar el desgaste consecuencia de emprender transformaciones.
“Juntos hemos cumplido: México tiene resultados tangibles, el mérito es en última instancia de los mexicanos, no de un gobierno, mucho menos de una persona, el crédito le corresponde a todos”, aseveró desde el Palacio Nacional.
El Presidente de la República aseguró que su gobierno logró finanzas públicas sanas con 78 por ciento más de contribuyentes más que hace seis años y una deuda manejable y en tendencia decreciente, así como una inflación más baja para un sexenio desde hace 50 años y nuevos empleos formales que crecen a un ritmo de 800 mil por año.
Al referirse al rumbo que tomará el país a partir del primero de diciembre, resultado de los comicios de julio pasado, el titular del Ejecutivo federal reiteró su felicitación con espíritu republicano a Andrés Manuel López Obrador, por su triunfo electoral.
De igual manera, destacó el diálogo establecido en semanas recientes para tener una transición ordenada y eficiente.
Desde el Patio Central de la sede del ejecutivo federal, conminó a los mexicanos a la unidad en torno a los valores compartidos para seguir construyendo un mejor país.
Hasta el último día de su mandato, aseguró que seguirá empeñado y dedicado en sus responsabilidades y compromisos, pues desde el inicio de su sexenio se propuso no sólo administrar sino a transformar a México.
En su Sexto y último Informe de Gobierno, el Presidente de México dijo que a partir de un diagnóstico claro hace seis años emprendió un proyecto de cambios profundos, nuevas políticas públicas y grandes obras de infraestructuras.
“El fin último, es hacer de México una nación más justa e incluyente, mejor preparada y próspera, comprometida con la solución de los grandes retos globales”, dijo.
Para lograrlo, afirmó que su administración construyó una plataforma de desarrollo no solo para este sexenio, sino para las siguientes décadas en su responsabilidad como gobernante de velar por el bienestar colectivo más allá de lo inmediato.
Antes de finalizar, dejó constancia de su gratitud a su esposa Angélica Rivera, así como a sus seis hijos Paulina, Sofía, Alejandro, Fernanda, Nicole y Regina; su madre, hermanos y familia política, a sus colaboradores, su trabajo comprometido y con dedicación.
Peña Nieto reiteró que servir a México ha sido y será siempre su mayor orgullo y pasión.