Corrupción neoliberal
· Subasta nacional de diputados, senadores y congresos
· Morena acelera arreglos para tener mayoría calificada
· Alerta en el gabinete de seguridad por el 2 de octubre
Siempre ha habido mercado político.
Se ofertan por igual posiciones administrativas, legislativas o judiciales y nunca faltan los vendedores y los compradores.
La primera operación en tiempos recientes sucedió en 1975, con Luis Echeverría de presidente y Porfirio Muñoz Ledo de dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Un disidente del priísmo, José Gascón Mercado, se vistió de izquierdista y disputó la gubernatura de Nayarit a Rogelio Flores Curiel, y la elección se zanjó en la capital del país.
El arreglo fue simple: el partido patrocinador de Gascón Mercado, el desaparecido Popular Socialista (PPS), recibió una senaduría a cambio de no impugnar la elección.
Así, el dirigente Jorge Cruickhank García ocupó el primer escaño de oposición de 1976 a 1982.
Después, ya se sabe, aparecieron las concertacesiones del salinismo con Acción Nacional (PAN), la primera de ellas a favor de Carlos Medina Plascencia en Guanajuato.
El costo: el respaldo azul a todas las iniciativas del gobierno pronasolero.
MERCADEO EN TODOS LOS CONGRESOS
La compra/venta ha seguido sin parar.
Unas veces formal, otras informales.
Pero ahora se ha llegado a la desfachatez.
El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) se entrega al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en espera de favores de Andrés Manuel López Obrador.
Fue un “pacto barato”, se solazó Arturo Escobar por supuestos apoyos de la inminente administración a programas de salud.
También es de escándalo la acusación de Yeidckol Polenvsky a Cuauntémoc Blanco de comprar diputados locales del Morena para tener un Congreso de Morelos bajo el signo de Encuentro Social (PES).
Con menos repercusión mediática fue el paso de legisladores priístas y de otros partidos en Zacatecas, donde no se mueve una hoja de árbol sin el designio de Ricardo Monreal, para dar mayoría a Morena.
Son ejemplos de negociaciones en prácticamente todos los estados.
Congreso de la Unión para dar a Morena la mayoría calificada –dos tercios de los 500 diputados y de los 128 senadores- a fin de sacar en automático las iniciativas del próximo gobierno.
Hay prisa por sacar los asuntos de mayor interés de López Obrador.
Tal vez no sea necesario esperar siquiera el segundo período ordinario de sesiones para las reformas de la cuarta transformación, menos la siguiente Legislatura, como proyectaba a el tabasqueño cuando la victoria se preveía ajustada.
PREVISIONES POR EL 2 DE OCTUBRE
1.- El gabinete de seguridad, si así se le puede llamar, ha comenzado a perfilar escenarios sobre las celebraciones conmemorativas del 2 de octubre de 1968.
50 años.
La primera pregunta es quiénes marcharán y se esperan, por supuesto, sobrevivientes del aquel movimiento como Pablo Gómez y actores universitarios de otras épocas.
Los funcionarios hurgan si acudirá el rector Enrique Graue como hace medio siglo encabezaron la marcha su antecesor Javier Barrios Sierra y el secretario general Fernando Solana.
No se descarta, dicen, la asistencia de Andrés Manuel López Obrador.
Riesgo en la hojarasca nacional.
Y 2.- a propósito de 1968, el semanario El Correo de Oaxaca, dirigido por Carlos Velasco, dio una lección de periodismo:
Con el título de ¡Halcones! dos fotos con jóvenes en la misma pose: de frente, con varas y a punto de atacar.
La única diferencia es la calidad para distinguir cuál corresponde al 10 de junio de 1971 y la del 3 de septiembre de 2018.
Felicidades.