Abanico
Juventud, bomba de tiempo
Nunca como ahora el gobierno entrante y autoridades de la UNAM había puesto tanta atención al comportamiento de la población estudiantil del país, sobre todo porque marchas tan numerosas e inéditas como la del pasado 5 de septiembre nos remontaron inmediatamente a la matanza del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, donde miles de jóvenes universitarios fueron perseguidos y masacrados.
Pero aquí la pregunta es por qué el Presidente electo y no el mandatario en funciones, fue quien se sentó a dialogar con el Rector de la UNAM, Enrique Graue sobre lo que pudo haber sido el estallido de una ‘bomba de consecuencias irremediables.
Qué no correspondía al presidente priista, Enrique Peña Nieto, haber atendido la manifestación histórica de aproximadamente 40 mil estudiantes universitarios que el miércoles pasado salieron a demandar seguridad y la salida de porros de todos los planteles: La marcha hasta la torre de Rectoría fue ejemplarmente pacífica, pero sin resultados.
Pero claro, no contaban con la astucia del próximo Jefe del Ejecutivo. No, pues el político tabasqueño inmediatamente buscó el contacto para recibir el lunes pasado al titular de la máxima casa de estudios del país en sus oficinas de transición de la Colonia Roma, donde ambos se pronunciaron por el diálogo y sobre todo por reestructurar la vigilancia.
Pero no nos hagamos ilusiones. No perdamos la brújula, ni perdamos de vista la inquietud oculta, callada, sumisa de la población millonaria de estudiantes, pues tan solo en el último año han dado señales de vida; de querer figurar y mantenerse vigentes en el proceso de transformación del país, sobre todo quieren ser protagonistas de la Cuarta Transformación.
Ni el gobierno saliente ni el entrante, han podido magnificar la importancia de este conglomerado de mexicanos. A ambos gobiernos aun no les queda claro que cuando se deciden son capaces de llamar la atención del mundo. Recordemos aquella ejemplar muestra de solidaridad y ayuda incondicional mostrada el pasado 19 de septiembre con motivo de los sismos cuyas víctimas no han sido atendidas cabalmente por la autoridad.
Diez meses después, el uno de julio de 2018, los más de 12 millones de jóvenes que emitieron su voto por primera ocasión, influyeron electoralmente para hacer ganar la candidatura Presidencial Andrés Manuel López Obrador.
50 años después de la matanza del 2 de octubre, estudiantes universitarios han resucitado, están de vuelta, despiertos, de pie, listos para actuar, son inteligentes, tiene capacidad de influencia y penetración. No los provoquemos. Valen más de lo que creemos.