Contexto
MORELIA, Mich., 12 de septiembre.- Definitivamente las dos granadas que lanzaron en septiembre de 2008 dejaron marcada para siempre a Morelia y más aún a los sobrevivientes y familiares de las víctimas. A pesar del tiempo, las heridas siguen abiertas porque lo que pretendía ser una noche de fiesta se convirtió en una verdadera pesadilla, que aún no termina.
A 10 años del atentado terrorista conocido como Los granadazos, en los que murieron nueve personas y 111 resultaron lesionadas, víctimas y familiares esperan que por fin el gobierno del estado los apoye de manera efectiva para afrontar los gastos que implica haber sido dañado por las esquirlas. Incluso hay dos personas que inicialmente solo presentaban lesiones y que posteriormente les amputaron una de sus extremidades por el esparcimiento de las partículas de metal.
Hace un año, el Ejecutivo del estado envió al Congreso local una iniciativa para actualizar la cantidad que reciben los pensionados, así como el número de beneficiarios. Después del ataque, los afectados han insistido en que la pensión que les brinda el gobierno estatal es insuficiente para pagar tratamientos, medicinas y especialistas.
“Las esquirlas se mueven y cada vez causan más dolor y daño”, indico Salvador Díaz, quien perdió a su esposa es noche del Grito de Independencia de 2008, en la Plaza Ocampo de Morelia. Uno de sus hijos que ahora tiene 24 años ha requerido de constantes tratamientos. Recibe una pensión gubernamental de 10 mil pesos al mes, pero debe pagar medicamentos y atención hospitalaria. Otros reciben 6 mil pesos mensuales, y algunos, 2 mil. Pero todo parece indicar que mejorará la situación.
Díaz admitió que lo más grave ha sido el daño psicológico. “No lo he podido superar. Perdí a mi esposa y tengo que sacar adelante a mis tres hijos”. Recuerda que esa noche de 2008 se instaló con su familia frente a Palacio de Gobierno, y segundos después de que el entonces gobernador Leonel Godoy diera el Grito de Independencia, se escuchó un ruido como de cuetón, luego la gente que estaba cerca comenzó a desvanecerse, y ahí comenzó la tragedia, porque se trataba de una granada, que alguien, entre la multitud, había lanzado.
El Ejecutivo estatal se comprometió a incrementar el monto de las pensiones que reciben 11 afectados; que los restantes 44 no sufran disminuciones, y que el estatus de las pensiones que reciben dos personas cambie de temporal a vitalicia. Se comentó que el pasado 30 de agosto funcionarios de gobierno se reunieron con familiares de las víctimas a quienes se comprometieron a respaldar con medicamentos y recursos paran que puedan emprender acciones productivas.
Entre la atención y apoyos logrados se menciona: certidumbre jurídica a las víctimas.- Se envió al Congreso un dictamen donde se concede un aumento en los montos a 11 de las víctimas pensionadas y recursos garantizados para los pensionados–. El monto de las pensiones en 2019 ascenderán a un total de 7 millones 241 mil pesos, que serán contemplados en el Presupuesto de Egresos para 2019.
Serán otorgadas 21 viviendas a igual número de familias, con una inversión aproximada de 10 millones de pesos, en beneficio de 10 mujeres y 8 hombres que son cabeza de familia; apoyo para impulsar 14 proyectos productivos; apoyo psicológico y jurídico permanente; atención integral en salud y entrega de medicamentos y dignificación del homenaje a las víctimas. Así lo informó el gobernador Silvano Aureoles en una reunión con afectados y familiares de las víctimas de ese 15 de septiembre.
Salvador Díaz comentó que es un buen avance, “aunque hay demandas pendientes, podemos decir que se nos está atendiendo”. El próximo 15 de septiembre se llevará a cabo la ceremonia luctuosa en la Plaza Melchor Ocampo. Sin embargo, como dijo Salvador Díaz, Morelia nunca volverá a ser la misma. (Información de La Jornada)
De los actores materiales e intelectuales del atentado no se sabe nada. Inicialmente fueron detenidas cuatro personas presuntos autores materiales de los granadazos, pero en mayo de 2015 fueron liberados porque se comprobó que ese día no estaban en Morelia. Así que el crimen sigue impune. Sin duda es una página negra en la historia de Morelia que dejó enorme dolor y consternación, pero de justicia no hay nada como el 97 por ciento de crímenes cometidos en México.
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