Abanico
En la forma de pedir
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
“Nos dejan un país en bancarrota”, pronunció el electo en el Norte. Enseguida los expertos en economía dicen lo contrario. Y para explicarlo usan naranjas. No sería mejor, preguntamos, hacerlo con huevos. Un consejo sin protervia a las dos partes: Algunas veces, cuando no te sale algo en la vida, la mejor destreza es cambiar de estrategia. E inmediatamente un ejemplo. Que ojalá aprendan. Había un ciego sentado junto a su perro guía en la acera de una calle, con un cubo a sus pies y un pedazo de cartón que, escrito con tiza blanca, decía:
«Por favor ayúdenme. Soy ciego”.
Un buen hombre que pasaba frente a él, se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra.
Sin pedirle permiso, tomó el cartel, le dio vuelta, tomó una tiza y escribió otro anuncio.
Volvió a poner el pedazo de cartón sobre los pies del ciego y se fue. Por la tarde el hombre volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna. Su gorra estaba llena de billetes y monedas.
El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él la persona que cambió su cartel y sobre todo, qué había escrito.
El hombre le contestó:
«Nada que no sea tan cierto como lo que tenías antes, pero con otras palabras».
Sonrió y siguió su camino.
El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía:
«Hoy es primavera y no puedo verla” , aún creemos y confiamos en ello.