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CIUDAD DE MÉXICO, 2 de octubre de 2018.- El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue, se unió a las voces que exigieron la salida de los porros de la máxima casa de estudios y con un Goya, Universidad, manifestó que los jóvenes ahora necesitan expresarse y deben ser escuchados.
Durante la Sesión Solemne de la Cámara de Diputados para conmemorar el 50 aniversario del Movimiento de 1968, el rector sostuvo que las recientes manifestaciones de los universitarios tienen implícita las demandas de cambio, democracia, justicia y libertad que tenían los jóvenes en el 68, por lo que, dijo, es prioritario escucharlos.
Graue hablaba en la tribuna, cuando desde los palcos de invitados del recinto Legislativo de San Lázaro, integrantes del Comité del 68 comenzaron el grito, “fuera porros de la UNAM”, y en medio del Goya, el rector se unió a la demanda.
“Sí claro, fuera, fuera porros de la UNAM, claro que sí; Goya, Universidad; todas esas son demandas actuales (…). Las recientes manifestaciones de los universitarios tienen también esa esencia; la juventud de hoy quiere seguridad y esperanza, requiere expresarse y ser escuchada, así hay que entenderlo y así hay que actuar en consecuencia”, sostuvo.
Afirmó que a 50 años del movimiento estudiantil de 1968, siguen existiendo crímenes abominables y se vive en una sociedad con mayor violencia donde la gente se siente indefensa, sin embargo, aseguró qué hay cosas que se han logrado y que todavía se pueden alcanzar muchas cosas más.
“A 50 años no estamos exentos de crímenes abominables que no han tenido explicación satisfactoria, y también sabemos que vivimos inmersos en una sociedad con mayor violencia e inseguridad. Nos seguimos sintiendo indefensos ante ello, pero hoy también, con estas palabras que se inscriben en sus muros, se reconoce por esta Cámara que algo se ha logrado y que mucho más debemos alcanzar”, apuntó.
Refirió que el Movimiento del 68 fue un grito de rebeldía contra el autoritarismo y la represión de un Estado insensible a los vientos de cambio, por lo que ha sido determinante en la transformación de los procesos políticos y sociales del país.
Aunque reconoció que no fue el inicio del México contemporáneo, sí es el gran punto de inflexión que dio lugar a una serie de movilizaciones ciudadanas que llevan al México actual, con más libertad y mayor conciencia social.
Señaló que el 68 repercutió también en las elecciones del pasado 1 de julio, “cuando la ciudadanía decidió buscar nuevo rumbo y dejar atrás viejas y decrépitas prácticas y aspirar a un mejor y más justo futuro”, enfatizó.
Y celebró la decisión de inscribir con letras de oro, en el Muro de Honor de la Cámara de Diputados, la frase “Al Movimiento estudiantil de 1968”, pues, dijo, a 50 años de este movimiento, genuino, espontáneo y legítimo, se afirma que nunca se habrá de olvidar.