Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de octubre de 2018.- En el marco del 50 aniversario de los Juegos Olímpicos México 68, el Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Cultura, declaró al conjunto escultórico de la Ruta de la Amistad como Patrimonio Cultural Tangible de la CDMX.
En la escultura denominada Torre de los Vientos, el Jefe de Gobierno, José Ramón Amieva Gálvez, señaló que “el día de hoy presenciamos lo que significa el mensaje artístico, por medio de un conjunto escultórico y la incorporación de la riqueza urbana para una ciudad”.
“50 años es un corte cronológico nada más, pero aquí vamos a dar continuidad a la riqueza de pensamiento, a la filosofía de comunicar la amistad, la paz y, sobre todo, el talento de quienes participaron en su diseño, en su ejecución”, reiteró.
El decreto que reconoce al conjunto escultórico como patrimonio, fue publicado en la Gaceta Oficial y reconoce que desde su origen, la Ruta de la Amistad fue el mayor evento de la Olimpiada Cultural de México 68 y un distintivo de las celebraciones que sirvieron para que el país se posicionara ante el mundo como un estado avanzado y progresista.
La declaratoria considera que la ruta fue pensada para colocar a México como un país destacado en términos de modernidad, que se gestó como una aportación permanente a la CDMX, y que fue producto de la Reunión Internacional de Escultores, con una integración estética y espacial que fusionaba la escultura, la arquitectura y el urbanismo.
El secretario de Cultura capitalino, Eduardo Vázquez Martín, celebró que un patrimonio fundamental del siglo XX, como lo es la Ruta de la Amistad, haya sido preservado durante tantos años.
“La diversidad de estas esculturas marcan un momento fundamental de la historia del arte mundial, pero también de la historia de la ciudad (…) No podemos imaginar la ciudad sin ellos”, aseguró.
El presidente del patronato Ruta de la Amistad AC, Luis Javier de la Torre González, destacó que “no existe otro conjunto escultórico como este en el mundo, hay algunos proyectos que se asemejan pero no llegan a este contexto y sobre todo, no la copiamos, esto nació de nosotros, nació de la creatividad de los mexicanos en el tiempo de México 68”.
“Yo lo único que quisiera es agradecerle profundamente a la Ciudad de México que le dé su primera acta de nacimiento a la ruta después de 50 años, eso es valiosísimo, esto es un valor de la humanidad”, apuntó.
La Ruta de la Amistad es uno de los conjuntos escultóricos más destacados del continente porque refleja el espíritu de paz entre naciones y es considerada uno de los proyectos de escultura urbana más importantes de América.
Fue concebido por el escultor Mathias Goeritz, como un trabajo de arte monumental que tomó en cuenta al entorno físico para crear un conjunto unitario y en armonía con la naturaleza; se colocó en diversos puntos de Periférico Sur y se construyó específicamente para la justa olímpica.
La ruta está conformada por 22 esculturas de artistas de 18 países:
Señales (México), de Ángela Gurría
El Ancla (Suiza), de Willi Gutmann
Las Tres Gracias (Checoslovaquia), de Miloslav Chlupác
Sol (Japón), de Kiyoshi Takahashi
El Sol Bípedo (Francia/Hungría), de Pierre Szekely
Torre de los Vientos (Uruguay), de Gonzalo Fonseca
Hombre de Paz (Italia), de Costantino Nivola
Disco Solar (Bélgica), de Jacques Moeschal
Disco Mágico (Estados Unidos), de Todd Williams
Reloj Solar (Polonia), de Grzegorz Kowalski
México (España), de José María Subirachs
Janus (Australia), de Clement Meadmore
Muro Articulado (Austria-Estados Unidos), de Herbert Bayer
Tertulia de Gigantes (Holanda), de Joop Beljon
Puerta de Paz (Israel), de Itzhak Danziger
Sin título (Francia), de Olivier Seguin
Charamusca Africana (Marruecos), de Mohamed Melehi
Sin título (México), de Jorge Dubon
Puertas al Viento (México), de Helen Escobedo
Sol Rojo (Estados Unidos), de Alexander Calder
Hombre Corriendo (México), de Germán Cueto
Osa Mayor (México-Alemania), de Mathias Goeritz
Al evento también asistieron la directora de la UNESCO en México, Nuria Sanz; el embajador de la República de Uruguay, Jorge Alberto Delgado Fernández, y el secretario de Salud, Román Rosales Avilés; entre otros.