Descomplicado
Los olvidados del terremoto
Ya más de un año y aún siguen abiertas las heridas, en el alma y en el cuerpo, de muchos capitalinos que sufrieron las consecuencias del terremoto del 19 de septiembre de 2017. Más aún cuando fue la negligencia criminal de autoridades capitalinas y constructores lo que ocasionó tantos males, aún por encima de la fuerza de la naturaleza.
Los daños que sufrió la ciudad aún se pueden observar en aquellos lugares que fueron devastados por el sismo y sus terribles réplicas, en lugares que se volvieron emblemáticos como las colonias del Valle, Roma y Educación.
Como si se tratara de refugiados de guerra, aún permanecen en la calle, en espera de ayuda, los damnificados del Multifamiliar de Tlalpan, con sus cosas en la calle, sin que reciban toda esa ayuda prometida por las autoridades capitalinas que, en algún momento, obtuvieron incluso beneficios electorales por supuestamente protegerlos.
Ahora convertida en “día de guardar”, al igual que el terremoto de 1985, las familias afectadas volvieron a recibir en septiembre aquellas promesas y buen trato por parte de las autoridades que quieren justificar su trabajo, haciendo promesas públicas de que se solucionará la problemática de quienes todo lo perdieron.
Esas promesas fueron muy buenas para las fotos de los medios de comunicación, pero no para las familias que siguen afectadas después de un mes de que se acordaron de ellos las autoridades, pero que siguen sin recibir respuestas a su problemática.
Algunos de los colapsos en edificios y construcciones en la ciudad de México por el sismo de magnitud 7.1 grados en la escala de Richter, ese 19 de septiembre de 2017, se debieron a irregularidades en su construcción y a la falla de sus estructuras.
Un estudio dado a conocer por la organización civil Impunidad Cero, revela que ese fue el caso del edificio del Colegio Enrique Rebsamen, de la delegación Tlalpan, (cuya propietaria por cierto recientemente fue entrevistada por Imagen Televisión, en una férrea defensa de su persona), en donde 19 menores de edad y 7 adultos perdieron la vida.
El documento de Impunidad Cero sostiene que “los daños generados en el Colegio Rébsamen, no fueron causados por el sismo sino que fueron causa de actos ilícitos e irregulares relacionados con la construcción, remodelación, modificación y obra de la edificación”.
Refiere que hubo falta de cumplimiento de las obligaciones a cargo de los dueños de la escuela, las autoridades federales, locales y delegacionales, así como de los auxiliares de la administración pública, o sea el Director Responsable de Obra (DRO) y corresponsables, quienes tienen la obligación de garantizar la seguridad de las instituciones educativas en la prestación del servicio público de educación.
“En el caso del Colegio Enrique Rébsamen existen constancias documentales de que las autoridades identifican la ilegalidad de la obra y el riesgo de la misma, incluso la clausuraron en dos ocasiones, y sin razonamiento técnico alguno fue validada por el DRO y corresponsables”, menciona el estudio.
Impunidad Cero considera que en este problema están involucradas autoridades de la delegación Tlalpan, Seduvi, Instituto para la Seguridad de las Construcciones de la Ciudad de México y la Secretaría de Seguridad Pública, entre otras dependencias.
El análisis de las responsabilidades es complejo y depende del caso y del tipo de daño producido por el sismo que se investigue, menciona la ONG.
Yo considero que los problemas cotidianos que enfrentan las personas que perdieron sus bienes por el terremoto de 2017 en la Ciudad de México, aún están lejos de resolverse.
Enfrentar los trámites burocráticos para que les lleguen los beneficios que aún no acaban las autoridades por repartir, se ha vuelto una manera de vida para esas familias.
Su ir y venir hacia las oficinas de las dependencias citadinas que prometieron ayudarlos se ha vuelto una rutina, que nunca termina desde hace más de un año.
En el reciente primer aniversario de esta tragedia volvieron a ser el foco de los reflectores de los medios de comunicación, porque el tema volvió a ser noticia, pero ahora, a poco más de un mes de esa conmemoración, se vida se volvió nuevamente a la lucha de lograr que se les haga justicia.
Muchos, como en el Multifamiliar de Tlalpan, siguen con la esperanza de que no se les haya olvidado para siempre.