
El éxito también depende de las matemáticas, aseguran expertos de UNAM
CIUDAD DE MÉXICO, 28 de noviembre de 2018.- Otto Granados Roldán, secretario de Educación Pública, anunció que México alcanzó una tasa de analfabetismo de 4 por ciento, con lo que, de acuerdo con los estándares internacionales, es un país plenamente alfabetizado en el promedio nacional, lo que es resultado del esfuerzo colectivo entre autoridades federales y de las entidades federativas.
De acuerdo con un comunicado, en la inauguración de la 43 sesión del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (Conaedu), reconoció los esfuerzos de los secretarios de Educación de los estados, quienes en coordinación con el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) alcanzaron esa tasa.
En el salón Iberoamericano de la Secretaría de Educación Pública (SEP), donde asistieron representantes del equipo de transición, Granados Roldán presentó a las autoridades educativas estatales el Libro Blanco de la Reforma Educativa que, con más de mil páginas, representa un esfuerzo de documentación integral sobre la política en la materia; contiene 243 anexos con entre 54 mil y 57 mil páginas.
Asimismo, entregó el Informe de Rendición de Cuentas SEP, que contiene cifras y estados financieros, que junto con el Libro Blanco ya fueron entregados a la Secretaría de la Función Pública.
En la sesión previa a la llegada del próximo secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, Otto Granados Roldán expuso los avances en materia educativa, y recordó que, para ofrecer educación de calidad a niños, niñas y adolescentes, el Estado recuperó la rectoría en la materia,
En los trabajos, el director general del INEA, Gerardo Molina Álvarez, presentó los avances en la Campaña Nacional de Alfabetización 2018, con lo que fue posible alcanzar la tasa para que México sea considerado una nación plenamente alfabetizada.
Explicó que, en México, el rezago educativo de la población joven y adulta se refiere a la población de 15 años o más que no sabe leer ni escribir; que no ha concluido su educación primaria o secundaria, y que no está siendo atendida por el sistema escolarizado de educación básica.
Es en este contexto, señaló que el INEA, al ser la autoridad en educación para los jóvenes y adultos, de los 15 años en adelante -con su excepción 10-14-, y considerando que la UNESCO determinó que una vez que un país obtiene una tasa menor al 4 por ciento de personas que no saben leer y escribir, se le declara territorio libre de analfabetismo, se puede establecer que si a nivel nacional se tienen reportes estadísticos de que el porcentaje de analfabetismo en la población objeto del INEA está por debajo del 4 por ciento, ésta podría izar una Bandera Blanca, como un reconocimiento al trabajo de las autoridades y la sociedad para abatir el analfabetismo y el rezago educativo.
Explicó que para poder realizar un diagnóstico y focalizar de manera efectiva sus políticas y estrategias de acción encaminadas a esta problemática, el INEA hace uso de diferentes fuentes de información estadística.
Informó que el INEA cuenta con una metodología propia para el cálculo del rezago educativo, y por ende del analfabetismo; e indicó que en esta metodología se utiliza la información proporcionada por los Censos de Población y Vivienda; Conteos de Población y Vivienda y Encuestas Intercensales (según el año de correspondencia); las proyecciones de población del Consejo Nacional de Población; la información de la matrícula SEP, y los logros obtenidos por el instituto —usuarios que concluyen la etapa de alfabetización y usuarios que concluyen algún nivel educativo (inicial, primaria y secundaria).
Abundó que a pesar de que los retos son constantes y de que el rezago educativo tiende a perpetuarse y a convertirse en un fenómeno cíclico, el INEA ha redoblado sus esfuerzos para no solamente fungir el papel de contenedor del rezago, sino de impactar de manera significativa y combatir el rezago educativo.
El director general del INEA comentó que, al realizar el análisis de la información de la población en situación de analfabetismo, se determinó que se distribuye de la siguiente forma: poco más del 40 por ciento de la población analfabeta tiene 65 años o más, y consideró que hay un área de oportunidad en el ámbito rural, puesto que aquí se concentra el 51.5 por ciento de analfabetas.