Rinde presidente del PJ informe; resalta justicia inclusiva y moderna
CIUDAD DE MÉXICO, 02 de diciembre de 2018.- La Iglesia mexicana dejó claro que con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien este 1 de diciembre rindió protesta como presidente de México, será colaborador, pero no cómplice.
Así lo manifestó este domingo en su editorial titulada Seremos colaboradores, pero no cómplices, en la cual advierte que se deberán apoyar los proyectos que apunten hacia el bien común.
«Colaborar en los proyectos que apunten hacia el bien común, y ejercer una actitud crítica frente a aquellas situaciones que demanden de los obispos una voz que oriente a los millones de mexicanos que profesan la religión católica».
«Ciertamente, la realidad política, social y económica de nuestro país y del mundo ha cambiado, aunque en sus rasgos fundamentales sigue siendo la misma: se clama por trabajo digno y estable, seguridad, respeto a las instituciones, promoción de grupos específicos, empoderamiento de la mujer, mayores espacios de educación y cultura, y un amplio etcétera bien conocido», agregó.
Aseguró que el cambio que se necesita no es solamente de personajes e ilusiones, sino de una transformación fincada en valores cívicos por encima de los partidistas y que se fundamente en principios de justicia social por encima de intereses sexenales.
«México necesita mucho más que políticos. Necesita que cada mexicano se afiance en sus convicciones honestas y respetuosas, y desde ahí aporte y apueste a un futuro inmediato y lejano que sepa renunciar a componendas y mediocridades. México requiere de una transformación permanente, y eso sólo será posible si somos capaces de entendernos y respetarnos: entre todos y siempre», sostuvo.
La Iglesia señaló que con el inicio del nuevo sexenio, no quiere quedarse al margen de las decisiones importantes, sino participar legítimamente de la vida pública, animando los procesos de transformación y aportando desde su sabiduría a la construcción de un México más fraterno, solidario y en paz.
«La Iglesia, que está llamada a ser sal de la tierra y luz del mundo, quiere estar a la altura de apoyar y exigir a cada gobernante lo mismo que debemos aportar: una respuesta siempre generosa ante la misma realidad desafiante: México», concluyó.