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CIUDAD DE MÉXICO, 23 de diciembre de 2018.- Montados en un trineo, personajes de Toy Storyen, elefante, moto o al lado del Hombre Araña, es donde se encuentran las decenas de San Claus en espera de que los asistentes a la feria navideña de la plaza de la alcaldía Cuauhtémoc se animen a tomarse una fotografía con ellos.
El espacio en el que se monta cada escenario es el mismo en proporciones, lo que varía es la imaginación que cada locatario tiene para atraer a sus clientes.
Algunos deciden armar una escena tradicional con árboles navideños y renos; otros, toman personajes populares de películas y series de televisión para niños, como Patrulla Canina, Los Vengadores o Minions, para decorar su espacio.
La preparación inicia los primeros días de diciembre, el 9 de ese mismo mes comienza el montaje de los 26 puestos, una vez que la alcaldía de luz verde. El tiempo de trabajo se decide con base a la concurrencia de las personas.
«Hasta que se vaya la gente nos vamos, ahorita como a las 11 de la noche, porque la gente se va temprano, pero ya cuando arranca bien nos vamos como a las 2 de la mañana», declaró Gabriela Romero, propietaria de uno de los escenarios.
Una parte considerable de quienes conforman el equipo de trabajo de estos escenarios lo hacen por tradición familiar: «lo heredamos de nuestros papás por eso lo hacemos, yo tengo 38 años aquí con el negocio», explicó José Joel Salinas, dueño del stand decorado con Minions.
La organización entre los comerciantes tiene sus reglas: mantienen acuerdos sobre el tamaño del lugar en el que se monta el escenario, el precio y el tipo de fotografía. Mantener un stand como estos requiere una inversión de aproximadamente 40 mil pesos, según estimaron los locatarios.
En un buen día algunos puedan llegar a conseguir de 150 a 200 fotografías con valor de 120 pesos cada una, pero si no pinta bien, a veces pueden llegar a vender una sola fotografía en varias horas.
«La venta está baja por el frío que hace, dependiendo como arregle el escenario uno es como jala (a los clientes)», comentó Joel Salinas.
La dinámica de empleo de los Santa Claus consta de un salario fijo, al que luego se le suman las propinas que los clientes suelen dejar, su trabajo comienza cuando a través de su vestuario le dan vida a un personaje que entusiasma a los infantes.
Christopher se dedica a esto desde hace dos años, gracias a que su hermano, quien trabaja en la fibra para elaborar los muñecos, le avisó sobre la vacante de uno de sus clientes. “Los niños que piensan que uno es de verdad, es Santa Claus, cuando me dice que le traiga los regalos pues se siente bonito”, expresó.
La feria, en donde además se pueden encontrar los tradicionales juegos mecánicos, así como puestos de garnachas y golosinas, se mantendrá en este espacio de la colonia Buenavista hasta el 7 de enero del 2019.