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CIUDAD DE MÉXICO, 26 de diciembre de 2018.- La estabilidad atmosférica permitió suspender la Fase I de contingencia ambiental en el Valle de México, aunque alertan por la contaminación que no vemos.
La Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) informó que durante el transcurso de la tarde de este martes de Navidad, y la madrugada de este miércoles, el sistema de alta presión que afecta al centro del país, perdió intensidad, con una disminución en la estabilidad atmosférica, lo que permitió la dispersión de las partículas suspendidas.
El organismo detalló en un comunicado que el sistema de alta presión seguirá perdiendo intensidad en forma gradual, por lo que su efecto sobre el Valle de México será cada vez menor.
“Se espera que esto permita que la calidad del aire mejore. Se registra a las 10:00 horas un valor máximo de 113 puntos del Índice de Calidad del Aire, en la estación Xalostoc, Ecatepec de Morelos”, detalla la Came.
Por lo anterior, con fundamento en el Programa para Contingencias Ambientales Atmosféricas que aplican en la Zona Metropolitana del Valle de México, la Comisión Ambiental de la Megalópolis informó que se suspende la Contingencia Ambiental Regional por Partículas PM10.
Se mantiene atenta a la evolución de la calidad del aire y a las condiciones meteorológicas, está trabajando en el reforzamiento de las medidas preventivas y hace un llamado a la población para racionalizar el uso de los vehículos automotores, además de evitar y dar aviso a los teléfonos correspondientes acerca de fogatas, quemas a cielo abierto, incendios y juegos pirotécnicos entre otros.
Ciudad de México, Locatel: 56-58-11-11
Estado de México, Centro de Atención Telefónica: 01-800-6969-696
Lo que no vemos y hace daño
Las partículas PM10 y PM2.5 no se perciben pero afectan el sistema respiratorio por lo que es indispensable tomar precauciones.
La Came explica que durante el invierno, las bajas temperaturas y la falta de vientos favorece la acumulación de contaminantes en la atmósfera en las grandes urbes, sobre todo por las mañanas.
Se trata de partículas finas y ultrafinas que por su tamaño micrométrico son imperceptibles para las personas, pero ingresen al sistema respiratorio con mucha facilidad, provocando diversas enfermedades.
Se desprenden de tres fuentes principalmente
1. Actividades productivas como labranza, quemas agrícolas, industria con uso de carbón, combustóleo o diésel.
2. Fuentes naturales como emisiones volcánicas, incendios forestales y suelos sin vegetación.
3. Actividades humanas como quema de basura y llantas, quema y uso doméstico de leña, asados al carbón y combustión de diésel (transporte).
Antes de salir a ejercitarte a la intemperie, consulta la calidad del aire en
Más información en Activan Fase I de contingencia ambiental al noreste del Valle de México