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CIUDAD DE MÉXICO, 14 de enero de 2019.- Conforme al Paquete Económico aprobado por el H. Congreso de la Unión se estima que la medida de deuda amplia, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), se ubique en un nivel de 45.3 por ciento del PIB al cierre de 2019. Con esto, la deuda pública como porcentaje del PIB se mantendrá estable y en una trayectoria sostenible.
De acuerdo con un comunicado, las necesidades de financiamiento del Gobierno Federal para 2019 ascienden a 7.2 por ciento del PIB. Este monto resulta de los siguientes elementos:
I) déficit del Gobierno Federal de 1.9 por ciento del PIB,
II) amortizaciones de deuda interna por 4.9 por ciento del PIB y,
III) amortizaciones de deuda externa por 0.4 puntos del PIB.
El manejo prudente de la deuda pública continuará siendo un elemento fundamental de la política económica. En este sentido, la estrategia de manejo de deuda para 2019 considera los siguientes elementos:
• Cubrir las necesidades de financiamiento del Gobierno Federal a costos reducidos, a un horizonte de largo plazo y con un bajo nivel de riesgo.
• Preservar la diversidad del acceso al crédito en diferentes mercados, privilegiando el uso del mercado interno.
• Promover el desarrollo de mercados líquidos y profundos, con curvas de rendimiento que faciliten el acceso al financiamiento a una amplia gama de agentes económicos públicos y privados.
Para cubrir las necesidades de financiamiento del Gobierno Federal, en 2019 se recurrirá principalmente al mercado local de deuda. El crédito externo se utilizará de manera complementaria cuando las condiciones en los mercados internacionales sean favorables y permitan diversificar las fuentes de financiamiento.
La política fiscal estará orientada a mantener una trayectoria estable y sostenible de la deuda pública, particularmente las acciones de la política de deuda pública estarán orientadas a mantener un portafolio de pasivos robusto y bien diversificado, que permita disminuir el impacto de los choques externos sobre las finanzas públicas con el fin de que episodios de volatilidad en los mercados financieros tengan un efecto acotado sobre el costo financiero de la deuda.