El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
Por: Isabel Arvide
El anuncio del presidente López Obrador de que habrá en la Guardia Nacional dos mandos, uno administrativo “civil”, y otro operativo militar, provocó rechazo entre los académicos y organizaciones de la sociedad civil. A la vez que abrió muchas interrogantes.
Hubo un reculamiento inmenso ante las críticas, frente a la posición de la diputada Tatiana Cloutier, de algunos otros dentro de MORENA. Un giro que se suponía inmenso para haber provocado que Alfonso Durazo anunciase un mando civil.
Y lo que tenemos, a unos días de distancia, antes de ser discutida la Iniciativa de Ley, es un hibrido con dos mandos. Lo que, simplemente, complica la realidad. Siguen estando policías militares, policías navales y policías federales. Sigue existiendo el planteamiento de una estructura de disciplina militar. El presupuesto, hasta donde se sabe, ya fue entregado a la Sedena. Se anunció que los militares se encargarán del reclutamiento de jóvenes. Y, también, se declaró que los integrantes de la Guardia Nacional tendrán seguridad social militar.
Por lo tanto, resulta totalmente absurdo poner a un civil al mando.
Si lo que se quiere es una policía civil, bastaría con que a la policía federal se le “comisionaran” algunos miles de policías militares para fortalecerla. Conservar su adscripción y su mando civil. Sin necesidad de reformas constitucionales. Si seguimos hablando de un “mando mixto”, y así lo hizo Alfonso Durazo este 11 de enero en la Cámara de Diputados, y este martes el primer mandatario, habrá un “mando operativo” que será militar. O, mejor dicho, que obligadamente tiene que ser militar. Y que será el verdadero jefe.
¿Estará bajo las órdenes directas de Alfonso Durazo?
De acuerdo con las explicaciones del presidente López Obrador, la Guardia Civil surge por la necesidad de mantener a los militares en el combate al crimen organizado, esto dada la incapacidad de las policías locales y la federal. De las que, además, dijo desconfiar. Se pretende, pues, encontrar una manera en que los militares combatan a los criminales como policías, con otras reglas, con otra formación, con otras formas que incluyen un uso “moderado” de fuerza. De crear, además, una institución de seguridad donde tendrán espacio los jóvenes que no encuentran trabajo, que serán adiestrados bajo principios de disciplina militar.
Se conformará con 25 mil policías militares que tienen que seguir siendo militares, igual que seguir siendo marinos sus compañeros, y todos los militares que obedezcan la orden de pertenecer a la Guardia Nacional. Hablamos de una fuerza de 50 mil elementos, en su inicio.
Dentro de estos planteamientos, ¿para qué sirve tener un mando civil? ¿Para conferencias de prensa?
El mando real tendrá que tenerlo un general. Si le ponen a un civil arriba simplemente estarán complicando su operación.
Sería más fácil decidir entre una Guardia Nacional totalmente en manos militares, conformada en su inicio por militares, con mando militar. Y una policía civil, fortalecida por algunos miles de militares comisionados, bajo un mando policiaco, civil.
No vayamos a parir un monstruo ineficiente y grotesco…
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