El presupuesto es un laberinto
La reconstrucción del enorme imperio político-sindical de Elba
Seis años es todo: reivindicación y burla de quien la encarceló
Las deserciones destraban a Puebla: Ramírez Almeida y Rivera
Aquí dimos muchos avances en 2017.
El ensayo fue la elección del Estado de México con la incorporación de su núcleo cercano a la candidata a gobernadora Delfina Gómez.
En octubre del mismo año lo confirmamos:
-La rehabilitación de Elba Esther Gordillo será total.
Comenzaría con su exoneración legal, libertad para recuperar el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y su rehabilitación política.
Ya tiene todo.
Lo consiguió en poco tiempo con un simple paso: su alianza con Andrés Manuel López Obrador y la oferta de su capital a la campaña del tabasqueño.
No ocultó su respaldo: el de Macuspana fue arropado públicamente por su yerno Fernando González, su nieto -el amor de sus amores- René Fujiwara y su operador Rafael Ochoa Guzmán.
Ellos le convirtieron al magisterio en un ejército bajo su mando con una promesa elemental y efectiva:
-La abolición de la reforma educativa.
Ya está.
EL SEXTO ANIVERSARIO
Ahora Elba Esther Gordillo confirma la creación de un partido político.
El tercer paso.
El primero, ya lo dijimos, fue su liberación.
El segundo está avanzado.
Lo construye, según sus propósitos, a la par de vertebrar un movimiento magisterial nuevamente cohesionado, con organización plural y estructura horizontal.
Ya tiene el SNTE y a la CNTE, al primero a través de Alfonso Cepeda Salas en tanto se reestructura y convoca a elecciones; y a la segunda, sentada en negociaciones secretas.
También su nueva organización electoral está en marcha.
La organiza en tiempos de trascendencia para ella.
El 6 de febrero cumple años y ese día recordará el sexto aniversario de cuando declaró la guerra al gobierno de Enrique Peña Nieto.
Esa fecha, en 2013, en el Estado de México se declaró luchadora a muerte por las causas de los trabajadores de la educación y bosquejó su epitafio:
Aquí yace una guerrera.
Ese día se abrió su expediente.
El 26 de febrero la detuvieron cuando, con escala nocturna en la Ciudad de México, se dirigía a un Congreso del SNTE en Guadalajara para declarar la guerra a la reforma educativa.
-¡Al maestro no se le amenaza! -era su consigna.
No pudo demostrar entonces hasta dónde llegaría su movimiento, un pronunciamiento severo, desobediencia o hasta paralización del sistema público.
Ahora sí sabemos hacia dónde va, y no sorprenda si en una de esas fechas, el 6 o el 26 de febrero, declara reconstruido su imperio: sindicato y partido.
Todo en libertad.
Todo en seis años.
EL CONFLICTO POBLANO
Los poblanos se encaminan al fin de su desgracia.
Al menos en cuanto a la desaparición de su gobernadora Martha Erika Alonso y su esposo Rafael Moreno Valle, ex gobernador de Puebla.
La semana pasada dimos un adelanto en estas páginas de cómo, cansados de la intolerancia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), dos diputados buscaban acuerdos.
Se pusieron adelante de ya saben quién y Miguel Barbosa, quien todavía niega su derrota y fue factor de odio en contra de la pareja fallecida.
Según la proyección actual, Jesús Rodríguez Almeida, ex secretario de Seguridad Pública capitalino, sería ratificado como gobernador interino.
Antes del acuerdo pluripartidista, el panista Luis Blanco renunció como jefe de la Oficina del Gobernador, cargo por designación de la ex mandataria Alonso.
Así se colocó como prospecto, pero atrás de Eduardo Rivera.
Ese es el panorama, pero las ambiciones son muchas, los panistas de competencia pocos y la razón inexistente donde Morena quiere cuanto no ganó en las urnas de julio.
Ni modo.